Las almas de los fieles difuntos salieron del cementerio para dirigirse a sus hogares, ahora estarán de fiesta, donde por dos días disfrutarán de todos los platillos que más les gusta, agasajados por sus seres queridos quienes esperaron todo el año para volver a reunirse.
Cerca de las siete de la noche, San Bartolo fue el encargado de abrir las puertas del cementerio, para dar paso a las almas representadas por cientos de asistentes que de manera emotiva participaron en un recorrido que simboliza el traer a sus familiares a la morada en la que se encuentran para llevarlos a casa.
Luego de la ceremonia en el cementerio municipal en donde se realizó un recorrido por las tumbas del panteón donde yacen los restos de los deudos, fueron levantadas las almas y llevadas a la parroquia de la Asunción.
Los asistentes portaban veladoras en sus manos, como señal de luz, para que sus deudos que no están muertos sino descansan, los acompañaran en su caminar hacia sus hogares. Al llegar a la Parroquia de la Asunción se realizó una ceremonia de ofrenda en donde participaron diversas personalidades, mismas que colocaron alimentos y bebidas en el altar que fue construido para esta celebración, contando con el respaldo de autoridades eclesiásticas quienes se sumaron en este recorrido.
Por primera vez se efectuó este tipo de actividad, que fue emprendida por el gobierno municipal, la cual tuvo gran respuesta ya que se contó con la participación de varias instituciones educativas, así como de la sociedad civil.