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Sección: Estado de Veracruz

Reporteros y fotoreporteros no pueden llevar una vida normal debido al estrés

CEAPP afirma que la falta de seguridad social y prestaciones afectan a los periodistas veracruzanos

Claudia Montero Xalapa, Ver. 08/07/2015

alcalorpolitico.com


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Luego de realizar un diagnóstico sobre las condiciones laborales de los periodistas de Xalapa, se observó que las actividades de trabajo de reporteros y fotoreporteros generan un alto nivel de estrés que deriva en problemas sociales y psicológicos que no permiten llevar una vida normal a quienes ejercen esta profesión.

El panorama económico y laboral de los periodistas es deplorable, explicó el integrante de la Comisión Estatal para Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), Jorge Morales Vásquez, quien explicó que este estudio revela la realidad de precariedad económica y laboral de todos los periodistas.

"Muchos periodistas ganan entre 4 y 5 mil pesos al mes, pero hay otros rangos mínimos y esto sin prestaciones y sin seguridad social. Además esto incide en sus derechos de expresión e información", declaró.

A decir de Jorge Morales, estas condiciones crean vulnerabilidad que los hace susceptibles a actos de corrupción, mismos que no benefician en nada la actividad periodística.

El promedio de lo que gana un periodista en Xalapa al mes es de 4,782 pesos; aunado a esto, hay otro estudio que revela que al momento hay 36 periodistas veracruzanos atendidos por agresiones y ellos tienen una media salarial de 3 mil 667 pesos, es decir, todavía inferior a lo que reciben los periodistas de Xalapa.

"Esto significa que estamos por abajo del tabulador que fija la Comisión Nacional de Salarios mínimos para el salario de reportero gráfico o reportero de prensa escrita, que por cierto está catalogado como un oficio no como una profesión".

Según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, un reportero en calidad de oficio, debería ganar 3 salarios mínimos diarios, lo que equivale a 6 mil 127 pesos al mes y aun así, es poco.

Jorge Morales definió como una miseria lo que se paga a reporteros que prácticamente trabajan pegados al teléfono las 24 horas del día. Además, en la mayoría de casos, no tienen derecho a días de descanso, fines de semana, vacaciones o días festivos.

El trabajo de un reportero implica gastos de alimentación fuera de casa así como transporte, en lo cual se llega a invertir 2 mil 591 pesos, eso ubicado en un rango de extrema pobreza, aun así, estaría invirtiendo más de la mitad de su salario en gastos para su labor profesional.

En la realidad, muchos periodistas son jóvenes y dependen de sus padres, además de que para poder generar ingresos se debe laborar al menos en 3 ó 4 trabajos, "hay quienes tienen de 5 a 6 medios y lo hacen quienes tienen que trabajar para mantener a sus familias".

Esto lleva a la fragmentación profesional, pues un periodista cae en circunstancias de estar siempre pegado al teléfono, atento a cualquier llamada de alguno de sus medios, las cuales pueden ser en el día, tarde, noche o madrugada.

"Es un nivel de estrés todo el día, todos los días y fines de semana. No tienes vida, es un nivel de impacto psicológico. Hay muchos problemas psicológicos que desarrollamos por el nivel de estrés que tenemos. Porque el nivel de vida que llevamos no nos permite a nosotros como seres humanos desarrollarnos, no cubrimos las necesidades básicas que debe tener un ser humano", comentó.

En la mayoría de casos, los reporteros no tienen las necesidades afectivas cubiertas, mucho menos recreativas, por lo que ante la falta de ese equilibrio, la vida de los reporteros se distorsiona en varios ámbitos.

Esta situación -dijo el comisionado de la CEAPP- no puede seguir igual pues las empresas utilizan los bajos salarios como medida de control ante la necesidad que tienen los empleados para laborar, lo que genera que los reporteros no se quejen y permitan los abusos.

Este tipo de fenómenos tienen de trasfondo la dignidad de los individuos y de la profesión de periodistas, por lo que se tratará de construir una propuesta de acciones para intentar terminar con este tipo de situaciones en el gremio periodístico.

Jorge Morales dijo que algunas vertientes se pudieran llevar al plano legislativo y otras al diálogo con las empresas, pero de ningún modo se debe aceptar que esta situación continúe pues "no es normal. Que así se haga no quiere decir que así es".

Se está reconociendo cada vez más la tutela del Estado sobre derechos humanos, en este caso sobre derechos de los periodistas, de expresión e información; inclusive cuando el Estado tiene una responsabilidad en ciertas actividades, ejerce una tutela.

Entonces, en el ámbito económico y laboral, el Estado debe ejercer una tutela para periodistas y así favorecer las condiciones de esta actividad que es fundamental para la democracia, acotó Jorge Morales.