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Sección: Estado de Veracruz

Respeto para las otras personas y respeto para uno mismo, piden los mandamientos de Dios

Prohíben situaciones que son problemática de la actualidad, como diversas formas de violencia, el adulterio y las mentiras: Arzobispo de Xalapa

Ariadna Lezama Palma Xalapa, Ver. 12/02/2017

alcalorpolitico.com


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El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, aseguró que los mandamientos de Dios son muy estrictos y exigentes, pues estas reglas van más allá que lo que dice el Evangelio, pues hoy en día estas normas están impidiendo que las personas sean violentas.

Y es que estas prohíben situaciones que se han convertido en una problemática en la actualidad, pues significa, por ejemplo, que no se haga el bulliyng, se cometa secuestro ni violencia intrafamiliar.

"La vida Cristiana es todavía más exigente, nos está diciendo no seas violento, no golpees, no insultes, no utilices el bullying, no asaltes, no secuestres, respeta a los demás, respeta la vida de los otros, no utilices la violencia intrafamiliar, no seas encajoso con tus compañeros de trabajo".



Comentó que los mandamientos se hacen más amplios y más profundos porque en ellos se pide respeto para todas las personas y para uno mismo.

"Porque si nosotros respetamos a los demás, pues también nos merecemos todo el respeto, pero si nosotros agredimos, pues las demás personas nos van agredir en el momento que quieran, por eso es más exigente el mandamiento que Jesús nos da".

Recalcó que el mandamiento del adulterio, que son el sexto y el noveno, no basta con no desear a la mujer o al marido de tu prójimo, sino también se refiere al hombre que mira con deseo a una mujer, pues ya el adulterio comenzó en su corazón.



"También podemos decir mujer que mira a un varón con deseo, ya adulteró en su corazón".

Y es que señaló que es necesario respetar a las personas, pues hay que verlas con su dignidad y no como objeto de sexualidad o deseo.

Por ello lamentó que, desafortunadamente, hoy se comercia mucho con la figura de la mujer y del varón, pues dijo que hay que respetar el cuerpo de las personas, porque son templo de Dios.



"Que nos hagamos dignos, Señor, que tú siempre habites en nuestros corazones, en nuestro interior".

De igual manera, resaltó la importancia de obedecer al segundo y octavo mandamiento, que contemplan no levantar falsos testimonios y no jurar el nombre de Dios en vano.

Resaltó la importancia de no jurar en falso y cumplir con los juramentos que se hayan hecho, y eso contempla que no se digan mentiras y no se hagan difamaciones en agravio de nadie, ni por el cielo, ni por la tierra o por ninguna otra persona.



"Sobre todo cuando no se está diciendo la verdad, veces uno dice yo quiero que salgan las cosas así y miento y acusó a alguna persona que no es culpable, entonces los falsos testimonios son de lo más horrible, porque destruyen la fama de las personas y eso es lo que nos pide Jesús, no jures ni por el cielo, no jures por Dios".

Exhortó a los fieles a ser personas rectas, sinceras, transparentes, que cuando digan sí, sea sí y cuando digan no, realmente sea no. Es decir, que en su hablar no haya siquiera "una mentirita piadosa", porque eso los llevará a una mentira más grande.

"No mientas, no jures, mejor que tu conducta y que tu palabra sea reconocida", exhortó.