El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que la decisión de la SCJN de invalidar su “Plan B” de reforma electoral los convierte en un “supremo poder conservador” con una actitud política de protección de delincuentes de cuello blanco.
“Yo interpreto esto más que nada como una actitud política de protección, de defensa de los intereses de una minoría rapaz y corrupta que era los que dominaba en México. El Gobierno estaba secuestrado, tomado por esa minoría. Como ya no pueden dominar en el Ejecutivo, en el Legislativo, esa minoría está encumbrando al Poder Judicial convirtiéndolo en un supremo poder conservador. Ahí es donde se están queriendo refugiar los delincuentes de cuello blanco que tanto daño le han hecho al país”.
En conferencia de prensa en las instalaciones de la VII Región Militar de esta ciudad, el presidente López Obrador dijo que no hará lo mismo que el expresidente Ernesto Zedillo (PRI), que hizo una reforma para renovar a la Corte.
“No, porque nosotros sí respetamos la división y el equilibrio de poderes, algo que ellos no están cumpliendo. Está en una actitud de intromisión. Es como si el Poder Legislativo decidiera enjuiciar a jueces, magistrados y ministros corruptos. Tendría que aclararse si hay facultades para eso, porque qué es eso de que un poder intervenga en los procesos internos de otro.
“Son autónomos e independientes. Y si hay corrupción existe el CJF y no tiene que intervenir el Poder Legislativo”, expuso.
Aseguró que si tomara la misma decisión que Zedillo, que en la práctica desapareció a la Corte para renovarla con otros ministros, sus adversarios pondrían el grito en el cielo porque así son los conservadores, “son muy hipócritas”.
“Dirían: se trata de una dictadura, no. Nosotros queremos hacer realidad una auténtica democracia que no había en nuestro país, hasta 2018, cuando el pueblo dijo basta”, concluyó.