Se compromete EPN ante madres de jóvenes desaparecidos a promulgar Ley de Víctimas

El candidato de la coalición Compromiso por México, Enrique Peña Nieto, prometió ante integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, promulgar la Ley de Víctimas, esto luego de constantes reclamos que le hicieron integrantes del movimiento.

En el salón principal del Castillo de Chapultepec, el candidato escuchó a las madres de jóvenes desaparecidos, entre éstas, una que lo culpaba de las violaciones a los derechos humanos en Atenco.

Ante esto, el candidato reiteró su aceptación de la culpa de ese suceso, incluso le mostraron una imagen de gente siendo agredida por la policía, a lo que contestó:

“El uso de la fuerza es una atribución del Estado y ese episodio me dejó algunas lecciones para que el uso legítimo de la fuerza se haga bajo protocolos que respondan al respeto irrestricto a los derechos humanos”, afirmó.

En sus respuestas a los reclamos coincidió en cambiar el modelo de seguridad, no permitir el lavado de dinero y la democratización de los medios de comunicación.

En este sentido, también habló de sus propuestas que incluyen la creación de empleos y el acceso a la educación para todos los mexicanos.

En compañía del presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Pedro Joaquín Coldwell y la candidata a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, Beatriz Paredes, el candidato presidencial se mostró serio y no contestó todas las preguntas que le hicieron integrantes del movimiento, incluyendo al poeta Javier Sicilia.

Entre estos reclamos, se encontraban su alianza y amistad con personajes polémicos como Humberto Moreira, Mario Marín y el exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, por lo que Peña Nieto, evadió las preguntas.

El líder del Movimiento por la Paz, Javier Sicilia, al final, le dijo al candidato, “me preocupa porque no escuché a su corazón; no lo escuché vibrar con el dolor de las víctimas. Fue un discurso frío que nos aterra. No le escuché una palabra de piedad ni de compasión frente a la violencia. De ver a esa mujer de rodillas, ¡Por el amor de Dios!”.