Justo a un año de concluir su mandato, el presidente de la República, José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, realizó una histórica visita a la ciudad de Álamo, en noviembre de 1981, hace 43 años.
El abogado, profesor, escritor y político mexicano es recordado involuntariamente en la región, ya que el coloso que cruza el río Pantepec lleva por nombre puente “Presidente José López Portillo”.
El mandatario estaba en la parte final de su quinto año de su sexenio, que fue del 1 de diciembre de 1976 al 30 de noviembre de 1982.
La historia nacional relaciona a López Portillo con la gran devaluación del peso en 1982, sobre todo porque juró que defendería la moneda como un perro, aunque en el municipio y la región se le recuerda por una de las obras de infraestructura más importantes en la zona norte.
El jefe de la nación tenía 61 años cuando hizo la entrega del puente de 391 metros de longitud y 11 metros de ancho, ubicado en el kilómetro 34+450 de la carretera federal 180 Tihuatlán-Potrero del Llano.
Su construcción representó un paso gigantesco en cuanto a la Red Nacional de Caminos, ya que facilitó el cruce sobre el Pantepec, que antaño era posible solamente en chalán con los correspondientes contratiempos.
En un intento de perpetuar el acto inaugural, en el que López Portillo estuvo acompañado del entonces gobernador de Veracruz, Rafael Hernández Ocho, y de quien era alcalde, Raúl Luna Núñez, se develó una placa metálica, colocada en una base de cemento a mitad del puente, sin embargo, después desapareció presuntamente al ser robada.
Pero lo que perdura es el puente “Presidente José López Portillo”, que además de ser una imponente mole de concreto y acero catapultó a Álamo como un emporio regional, pues facilitó enormemente la comunicación hacia este lugar y otras zonas de la región norte y del país, tal como lo propuso el mandatario fallecido el 17 de febrero de 2004.