Tremendo susto se llevó el operador de una retroexcavadora propiedad de PEMEX cuando realizaba maniobras de dragado al interior de la laguna de Nogales y se hundió en terreno blando más de metro y medio.
En la desesperación por nivelar la unidad, el brazo de chango -como comúnmente se le llama a la herramienta provista para excavar- se aseguró del pasillo principal del paseo turístico en el afán de jalar el cuerpo de la oruga, ocasionando daños a los adoquines y al propio terreno.
Serían las 10:45 de la mañana cuando personal de Hidrosistemas de Córdoba, del ayuntamiento de Orizaba y del Ayuntamiento de Nogales realizaban labores de dragado en las dos lagunas del centro recreativo para extraer lodos propios de pasadas barrancadas y exceso de lirio acuático.
En el lugar trabajaban operadores en dos retroexcavadoras; sin embargo, la interrupción del servicio de agua a cinco municipios de la región obligó a la intervención de una tercera máquina para agilizar las maniobras, arribando al lugar la maquina tipo oruga propiedad de PEMEX.
Por el acceso del entronque a la autopista ingresó la pesada unidad, la cual fue asignada a la limpieza del segundo cuerpo de agua, no obstante, el ingreso por el terreno en desnivel ocasionó que el operador perdiera el control o bien tuviera una falla en alguno de los mecanismos.
El brazo hidráulico de la oruga se apoyó en el pasillo principal y al intentar jalarse para desenterrar la parte trasera de la maquinaria ocasionó un daño a los adoquines y la tierra, por lo cual se suspendió de inmediato esta acción ante el temor de que dañara el terreno por donde se filtra el agua.
Se requirió que otra retroexcavadora jalara con el mismo dispositivo a la oruga anegada en el lodo y en guerra de metales se logró liberar la unidad al filo del mediodía, dejando daños materiales y el susto del operador de la maquinaria.