Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Se preparan indígenas para recibir a sus fieles difuntos en la sierra de Zongolica

Familias de esta región montañosa hacen sus ahorros con muchos meses de anticipación para comprar lo que necesitan

Benito Ju?rez Ram?rez Zongolica, Ver. 21/10/2015

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
A unos días de celebrar los indígenas de la sierra de Zongolica el culto a sus difuntos, conocido tradicionalmente como Todos Santos o Día de Muertos, los puestos con objetos y productos para esta ocasión ya se instalaron en el atrio de la Iglesia de San Francisco de Asís y calles de esta cabecera municipal.

Las familias de esta región montañosa, que hacen sus ahorros con muchos meses de anticipación, recorren estos lugares donde adquieren velas, vasijas, canastos artesanales, incienso, chocolate, calaveritas de dulce y todo lo que se pueda imaginar para estas fiestas de “Día de Muertos”.

El presidente del Consejo Indígena de la Sierra de Zongolica, Josafat Pérez Pérez, expresó que en esta sierra es una gran tradición donde las ofrendas se colocan en los altares familiares, misma que es dedicada a los seres queridos que ya no están en este mundo, pero que se les recuerda con mucho respeto y cariño en los corazones.



Detalló que esta celebración inicia desde el día 30 del mes en curso, cuando se reciben a las ánimas benditas que son los infantes que no fueron bautizados o fallecieron en el vientre de la madre.

Esta tradición milenaria, expresa que a partir del día 31 de octubre y hasta el 1 de noviembre al mediodía se les ofrece la bienvenida a los niños con un camino de flor de cempasúchil y copal, desde la puerta de la calle hasta el altar; mientras que el día 2, los fieles difuntos reciben en los altares, las bebidas y alimentos que más le gustaba.

Para ello, no debe faltar el dulce de calabaza, los frijoles hervidos, los chayotes, el mole, el aguardiente, las tortillas hechas a mano, los hongos silvestres que producen algunos árboles, la flor de calabaza, el chile verde; todo esto, puesto en sus respectivas vasijas de barro adornadas con la flor de muerto, moco de pavo y las velas con el incienso y copal que dan un olor especial en esas fechas, que al caminar en esta región se percibe ese aroma en esta sierra llena de tradición y cultura.



Como parte de todo esto, expresa Josafat Pérez, conocido también como “El Chepo” sostiene que es una tradición muy arraigada que después del día 2 de noviembre, las familias que ponen sus altares intercambian las ofrendas que le pusieron a sus seres queridos con sus compadres y amigos, ya sea en el panteón o en sus viviendas.

Y así, esta tradición se niega a morir a pesar de la crisis económica que golpea en estas Altas Montañas, donde no hay empleos y mucho menos las condiciones para generarlas.