Se queja de que en el Bachillerato Art. Tercero el director pide dinero para la fiesta de graduación

Psic. Joaquín Rosas Garcés
Director General
Al Calor Político.

Me permito hacerle llegar estas líneas, ya que su periódico es de los más leídos en el estado, y porque estoy seguro de que es una alternativa para que las quejas de la ciudadanía sean escuchadas.

Soy padre de familia de un alumno que cursa los últimos semestres de Bachillerato en la Escuela Artículo 3ro. Constitucional diurno de la ciudad de Xalapa, Veracruz, y escribo a este periódico que atinadamente dirige, para hacer del conocimiento de la ciudadanía y de las autoridades escolares de la Dirección General de Bachillerato, las irregularidades con las que se actúa en este plantel.

En primer lugar, el profesor Cosme Alfonso Murrieta está exigiendo a los alumnos que saldrán en este ciclo escolar que transcurre, la cantidad de $ 5,000.00, porque dice que con eso se va a apartar el Auditorio de la Normal Veracruzana para el evento de fin de cursos, además de que cada alumno debe pagar $ 360.00 por platillo si quiere asistir a la cena de graduación; sin embargo, no deja que los alumnos realicen venta de algunos productos alimenticios, porque dice que perjudicaran las ventas de la cafetería de la escuela y del señor que vende dulces dentro de la misma; en donde -dicho sea de paso, venden alimentos altos en grasas y azucares-, y los amenaza con que si no dan el dinero para el pago de la Normal, no les darán los documentos a tiempo.

Este directivo está haciendo negocio en una institución pública. Creo que no se puede obligar a los alumnos a estar dando dinero que no tienen, y que no les permita ayudarse vendiendo algunos productos para obtenerlo; primero, debería poner a trabajar al personal con el que cuenta, porque cada vez que yo he ido a la escuela, puedo ver a maestros (si se les puede llamar así), que se la pasan fumando a un lado de la entrada principal y sentados en unos banquitos, (¿qué no está prohibido fumar en instituciones públicas?) y sus administrativos para que realicen un trámite, les tiene uno que estar rogando para que lo hagan, pues ellos dicen estar muy ocupados, cuando se puede ver que llegan a tomar el cafecito, y contarse chistes, pues se puede escuchar las risas hasta el pasillo, ah, pero eso sí, parece mercado, pues existe venta de todos los productos que uno pueda imaginar, como zapatos, bolsas, joyería y quien sabe cuánto más, pues eso es lo que yo pude percatarme, y el director ¿qué hace? (bueno quizá lleve comisión, por eso no dice nada).

Por eso, pido que las autoridades educativas de la Secretaría de Educación, la Dirección General de Bachillerato y La Contraloría General del Estado, tomen cartas en el asunto. No puede ser que una escuela, en donde han estudiado grandes personalidades de la vida de Veracruz, se convierta en el negocio de una sola persona, en donde el subdirector trata a los alumnos como si fueran reos de institución penitenciaria, agrediéndolos con palabras soeces y vulgares, o ¿acaso no es también maestro?, y aunque no lo fuera, debe respetar a los alumnos por el simple hecho de ser seres humanos (aquí también podría intervenir la Comisión Estatal de Derechos Humanos).

Agradezco el tiempo y espacio que dé a esta denuncia ciudadana y le solicito a este medio no publicar mi nombre, por temor a las represalias que se puedan ejercer contra mi hijo.

Atentamente.