Se romantiza ser madre, pese a condiciones adversas para muchas, lamentan

En el contexto del Día de las Madres, colectivos ciudadanos realizaron este domingo una jornada en el centro de Orizaba para visibilizar una realidad pocas veces abordada: la maternidad atravesada por la violencia, la injusticia institucional y el abandono.

La actividad, titulada “Otra mirada a la maternidad”, reunió a mujeres de distintos colectivos como el Colectivo contra la Violencia Vicaria, Teoltepeyolo y Marea Verde Altas Montañas, quienes desde las 11:00 hasta las 14:00 horas compartieron testimonios y exigencias de justicia por las múltiples formas de violencia que enfrentan las madres en México.

Luz María Reyes Huerta, una de las organizadoras, explicó que el objetivo fue visibilizar a las madres que sufren, que han sido separadas de sus hijos por decisiones judiciales injustas, que fueron madres por violación o que maternan sin ningún tipo de apoyo. “Decidimos convocar a las madres en todas las situaciones que han enfrentado violencia, y visibilizar estas maternidades que también lloran, que también sufren”, expresó.



Entre los casos expuestos se destacaron los de mujeres que enfrentan violencia vicaria —cuando el agresor utiliza a los hijos para continuar ejerciendo poder—, madres que crían solas sin apoyo económico ni emocional, y niñas y adolescentes obligadas a maternar tras ser víctimas de violación. “Romantizar la figura de la madre cada 10 de mayo no puede seguir invisibilizando la realidad de muchas mujeres que maternan en condiciones adversas”, afirmó Reyes Huerta, quien también enfatizó la necesidad de políticas públicas con perspectiva de género y justicia para quienes han sido despojadas de sus hijas e hijos.

El colectivo Teoltepeyolo también estuvo presente, acompañando a madres y padres en situación de búsqueda de personas desaparecidas, una problemática dolorosa que toca de lleno a muchas familias en Veracruz y el país. Con esta jornada, las organizadoras buscaron abrir un espacio de reflexión social para entender que la maternidad no es una experiencia única, y que muchas mujeres la viven desde el dolor, la resistencia y la exigencia de derechos.