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Sección: V?a Correo Electr?nico

Secretario Aurelio Nuño: Bienvenido a Veracruz

- La entidad de la República con el mayor número de planteles educativos del país; segunda en escuelas primarias rurales

- La desaparición de las escuelas rurales sería un golpe fatal para la prosperidad y la integración social de tales comunidades

Dr. V?ctor A. Arredondo 01/12/2016

alcalorpolitico.com

Le damos la bienvenida porque nos ha confortado su afirmación de que la última reforma educativa "sí tiene un componente político para acabar con un sistema clientelar y corporativo, pero que también busca el rescate de la escuela en su infraestructura y su organización". En efecto, la educación debe reorganizarse para que esté en manos de los educadores y cuente con el soporte de una estructura directiva y administrativa cuya misión debe ser la de respaldar la labor educativa para formar integralmente a las nuevas generaciones y a la población en general.

En cambio, nos desanima su comentario de que “los planes y programas de estudio derivados de la mencionada Reforma Educativa deberán llegar a las aulas hasta el año 2018”, el último año de su gestión como Secretario. También nos desalienta su pronóstico de que los resultados de dicha reforma "no se van a ver en tres ni cinco años, se verán cuando esta generación alcance los 15 años y pueda ser examinada por evaluaciones internacionales”.

El motivo de nuestra desolación se debe además, a que pese a lo que usted ha dicho “que se requiere un nuevo enfoque pedagógico y una estrategia mucho más agresiva para ir contra los nudos de la desigualdad que perpetúa el sistema educativo", usted traduzca ese comentario a una estrategia incomprensible: “la reconcentración de miles de escuelas rurales de México hacia planteles de organización completa”. Ello implicaría, nada más y nada menos, el desarraigo de los niños y jóvenes de sus respectivas comunidades rurales y una absurda desintegración familiar. Y el desarraigo sería total, porque algunos contenidos de los programas oficiales para las escuelas rurales devalúan la perspectiva de la sustentabilidad y la calidad de vida en el campo, recreando el espejismo de la supremacía de lo urbano.



Hay experiencias internacionales y nacionales exitosas que muestran cómo se puede promover la sustentabilidad y calidad de vida en las comunidades rurales, cuando se “empodera” a la gente con conocimientos y capacidades para el manejo organizado de su entorno, y cuando se les brindan tecnologías avanzadas de la información y la comunicación que les permitan mejorar su aporte global gracias a una actuación local más eficaz. Sobre ese tema, el sistema educativo veracruzano fue reconocido, hace ocho años, por la Fundación Bill y Melinda Gates con el prestigiado premio internacional “Acceso al Aprendizaje”, entre 28 países finalistas, por su “Proyecto Vasconcelos” que utilizó brigadistas de alto nivel y gran compromiso social, así como 29 autobuses “todo-terreno¨ equipados con la última tecnología satelital, de internet, cómputo y programación para empoderar a los alumnos, sus maestros, padres de familia y miembros de la comunidad, usando un enfoque de sustentabilidad basada en la organización social y la productividad. Como muchos proyectos innovadores y de alto impacto en México, y a diferencia de lo que sucede en otros países, ese proyecto ejemplar fue irresponsablemente abandonado por las autoridades educativas del “gobierno” de Javier Duarte. Un principio fundamental del “Proyecto Vasconcelos” era resaltar el impacto y beneficio potencial de proyectos educativos en las comunidades marginadas, tal y como lo han documentado ampliamente Luisa Paré y Elena Lazos Chavero en su estimulante obra “Escuela Rural y Organización Comunitaria” (UNAM, 2003), donde investigan y reflexionan sobre el provecho colectivo que pueden generar dichas instituciones locales en la vida de las comunidades rurales. Y esto debido a que en muchos casos es la única organización local con credibilidad y poder de convocatoria y de movilización social. La desaparición de las escuelas rurales sería un golpe fatal para la prosperidad y la integración social de tales comunidades.

No obstante lo anterior, no dudo que un segmento de escuelas rurales se han creado sin considerar criterios de “racionalidad y funcionalidad educativa” y que obedecen más bien a intereses sindicales, a efectos electoreros de grupos políticos o a la búsqueda de creación de plazas sin sustento. Y que por tanto, deben ser objeto de ajuste o de integración a otros planteles cercanos bien cimentados. Pero de ahí, a pretender la reconcentración de miles de escuelas a zonas poblacionales más favorecidas, es un salto al vacío, contrario al concepto mismo de equidad social y que sería interpretado como un acto de iniquidad (malicia). En cambio, si reconocemos la necesidad de poner en marcha pronunciamientos suyos como el de “replantear el programa de becas, sobre todo las focalizadas en los más bajos deciles, para impulsar con más fuerza los programas donde más se requiere”. Ahí sí estamos con usted.

Igualmente, se apreciaría también la revisión funcional de los importantes programas del CONAFE y del Programa para Abatir el Rezago Educativo (PARE y PAREB) con la finalidad de acrecentar su impacto compensatorio. A final de cuentas, el gran reto de la equidad educativa, asociado a la alta dispersión poblacional en ciertas regiones del país, no se resuelve eliminando la educación rural y las escuelas multigrado o unitarias, al enviar a sus alumnos a las poblaciones más favorecidas. La inequidad educativa se resuelve llevando lo mejor donde más se necesita; y en el Siglo XXI contamos con el apoyo de tecnologías avanzadas para ese propósito. Además, coincidimos con lo que documenta el propio INEE y la Red de Investigación de Educación Rural (RIER): los múltiples desafíos relacionados con la educación rural e indígena aún no han sido suficientemente resueltos en el Modelo Educativo 2016 de la SEP.



Y en cuanto a los tiempos para lograr cambios educativos de fondo, en Veracruz hemos demostrado de manera verificable, que cuando se emprende una estrategia sistemática, integral, incluyente y altamente participativa, se obtienen resultados contundentes en el mediano plazo (5 años). En el periodo 2005-2010, el promedio estatal de los desempeños estudiantiles en las pruebas nacionales de matemáticas y español de la anterior Prueba Enlace, subió a Veracruz del lugar 27 y 28 en la tabla nacional de mejores puntajes al 4 y 5 en Secundaria y al 10 y 11 en Bachillerato; y en ambas materias: Español y Matemáticas.

De hecho, en el 2009 Veracruz fue la entidad federativa que presentó el mayor crecimiento en sus puntajes promedios en la modalidad de educación indígena, y en el puntaje promedio estatal de ambas asignaturas, con respecto a la línea base del 2005. Lo mismo sucedió en el examen PISA, lo que propició que la OCDE enviara una misión a Veracruz para indagar la estrategia de mejora educativa utilizada en el sistema educativo estatal. ¿Y en qué consistió dicha estrategia? En asociar proactivamente la evaluación de alumnos y maestros con la planeación de acciones de remedio académico focalizado y de actualización docente, así como el uso de incentivos de reconocimiento social.

El Consorcio Clavijero —un instituto pionero a nivel nacional de educación en línea, desarrollado en Veracruz y casi desmantelado por Flavino Ríos en su paso como secretario de educación— fue utilizado para capacitar a más de 35,000 profesores veracruzanos mediante los cursos del programa “Formando Formadores” del Tecnológico de Monterrey y posteriormente, usando cursos diseñados por el propio Consorcio con la colaboración de instituciones académicas de Veracruz como la Benemérita Escuela Normal (BENV), la Universidad Pedagógica (UPV) y la Universidad Veracruzana (UV).



Señor Secretario, aprovecho su visita a Veracruz para compartirle la percepción pública que aquí existe de que hemos sido desatendidos por la Federación, pues observamos desequilibrios preocupantes en el tratamiento federal hacia ciertos estados de la República. Más allá del uso fraudulento en Veracruz de los recursos públicos en los últimos años, nuestro sistema educativo perdió enormes cantidades financieras con la aplicación de la fórmula FAEB que operó del 2008 al 2013 y cuyo impacto desfavorable sigue creciendo. Esto debido a que el FONE tomó como una de las bases de su nueva fórmula, la asignación FAEB que correspondería al 2014, la cual refleja un enorme déficit acumulado para Veracruz. Si a ello agregamos el resultado sumamente adverso, tanto en lo social, político y económico que implicaría la reconcentración de escuelas rurales, el panorama futuro se vuelve todavía más inmanejable. Confiamos en que habrá de analizar a fondo ambos temas: el entorno financiero desfavorable para el sistema educativo veracruzano y las consecuencias sumamente adversas de la reconcentración de las escuelas rurales. Confiamos también en que prevalecerá el buen juicio de la Secretaría a su cargo.

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Dr. Víctor A. Arredondo
Ex Rector de la Universidad Veracruzana y Ex Secretario de Educación de Veracruz.