En la entidad veracruzana, 46 municipios, entre ellos Boca del Río, Veracruz y Xalapa, tienen suelos susceptibles de presentar procesos de licuefacción y por ende, no tienen capacidad de soportar edificaciones ni otro tipo de estructuras, de acuerdo al “Atlas de Peligros Geológicos e Hidrometeorológicos del Estado de Veracruz”, de la Secretaría de Gobernación federal (SEGOB).
La licuefacción de suelo describe el comportamiento de suelos que, estando sujetos a la acción de una fuerza externa, pasan de un estado sólido a un estado líquido o adquieren la consistencia de un líquido pesado. Es uno de los fenómenos más dramáticos y destructivos de acuerdo con un documento de la Feria de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM):
http://bit.ly/2sXLxam
En el website Atlas Nacional de Riesgos de la SEGOB, de la Secretaría de Protección Civil del Gobierno Federal y del Centro Nacional de Prevención de Desasatres (CENAPRED)
http://www.anr.gob.mx, se encuentra el texto “Atlas de Peligros Geológicos e Hidrometeorológicos del Estado de Veracruz”, firmado por Sergio Rodríguez Elizarrarás y Wendy Vanesa Morales Barrera, donde destacan que entre los aspectos de origen antrópico (humano) que influyen de manera determinante en el impacto ambiental son: uso inadecuado del suelo, cortes inestables de talud, obras de infraestructura como carreteras, presas, fraccionamientos, centros comerciales, tuberías de drenaje en mal estado, fugas de fosas sépticas y descargas de aguas negras en arroyos, ríos y “resumideros”.
“Estos factores, en combinación con fenómenos destructivos de origen natural, entre los que destacan los hidrometeorológicos, contribuyen a la probable ocurrencia de fenómenos de consecuencias catastróficas”, advierten los investigadores.
En el Atlas de Peligros Geológicos e Hidrometeorológicos del Estado de Veracruz, se explica que el área en la la que puede ocurrir la licuefacción es de dos mil 172.4 kilómetros y representa el 3.02 por ciento de la superficie total de la entidad veracruzana.
Los 46 municipios que se determinó cuentan con suelos susceptibles a presentar procesos de licuefacción son: Actopan, Boca del Río, Coxquihui, Mecayapan, San Rafael, Úrsulo Galván, Agua Dulce, Catemaco, Emiliano Zapata, Medellín, Tamiahua, Vega de Alatorre, Alpatláhuac, Chocamán, Espinal, Minatitlán, Tampico Alto, Alto Lucero, Chumatlán, Ixhuatlán del Café, Veracruz, Pajapan, Tecolutla, Xalapa, Alvarado, Coatepec, Jilotepec, Papantla, Tlacolulan, Zozocolco de Hidalgo, Ángel R. Cabada, Coatzacoalcos, La Antigua, Pueblo Viejo, Tlalixcoyan, Lerdo de Tejada, Atzalan, Córdoba, Las Choapas, Rafael Lucio, Tlapacoyan, Banderilla, Coscomatepec, Martínez de la Torre, San AndrésTuxtla y Tomatlán.
En el referido documento, con el cual los autores explican los procesos geológicos que originan deslizamientos, hundimientos, avenidas y flujos de detritos, que son los fenómenos naturales más frecuentes en el estado de Veracruz, se indica que los factores que influyen notablemente para que ocurra el fenómeno de licuefacción son:
a) Suelos uniformemente graduados por partículas del tamaño de la arena.
b) Suelos saturados de agua.
c) Contenido de arcilla inferior al 10 por ciento.
d) Bajo grado de compactación.
Los investigadores Sergio Rodríguez Elizarrarás y Wendy Vanesa Morales Barrera, expusieron en su documento que también es un libro editado por la Universidad Veracruzana con el título: “Peligros geológicos más frecuentes en el estado de Veracruz”, (
http://bit.ly/2uCqwnE ), que el objetivo del Atlas es integrar la información cartográfica del estado de Veracruz, tanto la de carácter básico que incluye curvas de nivel, hidrología, ubicación de poblaciones toponimia, así como la especializada, que consiste de mapas de peligros geológicos hidrometeorológicos tales como: deslizamiento y hundimiento del terreno, licuefacción, vulcanismo, curvas de microzonificación sísmica, trayectoria de huracanes, zonas inundación y eventos climatológicos extremos como: precipitación pluvial, granizadas, temperaturas y sequías.
Hacen saber que toda esta información se incorporó a un Sistema de Información Geográfica, lo que permitirá actualizarla de forma permanente.
Insisten en que la aplicación de información se verá materializada en la medida en que sea utilizada para la realización de estudios más detallados, los cuales deben tener como finalidad la determinación de peligros a escalas locales y en una etapa más avanzada, la cuantificación del riesgo.
Este último aspecto, implica la evaluación de parámetros como vulnerabilidad y grado exposición en zonas específicas, así como la relación detallada y características de ubicación de instalaciones de servicios vitales y estratégicos; entre otros aspectos sociales económicos de cada población.