Señalan que Fiscalía se niega a recibir denuncia por lesiones, en Orizaba

El pasado viernes, la docente Guadalupe Lázaro Cancino, sus hermanos e hijos, emprendieron a golpes contra una familia de La Joya que intentó impedir el cierre de la calle.

A ese incidente no acudió la Policía Municipal y a pesar de que presentaron lesiones, la Fiscal les dijo que tenían que conciliar, señalaron.

Cabe mencionar que los presuntos agresores quieren cerrar una calle, argumentando que es de su propiedad, lo que ya fue desmentido por el Ayuntamiento.



Concepción Estévez Pérez y su hermana Blanca Estévez Pérez, así como su mamá, Alejandra Pérez Rosas y Yareli Canizales, comentaron que el problema deriva de que la citada educadora se quiere apropiar de parte de la calle.

Ella ha hecho todo lo posible por cerrarla, pese a que el ayuntamiento ya ha señalado que ese espacio es vía pública y no un predio particular.

Ese día, mencionaron, al llegar a su casa vieron cómo la docente Lázaro Cancino y sus hermanos estaban golpeando a una vecina de nombre Margarita y con ella estaba su nieto.



Al ver esa situación, la señora Alejandra Pérez intentó dialogar con la profesora de Zongolica, pero éste las comenzó a insultar a todas e intentó golpear a la señora Pérez.

Al ver eso, una de sus hijas, Concepción, le alcanzó a detener la mano a Guadalupe Lázaro, preocupada porque su madre está delicada de salud; sin embargo, a ella la jaló la docente de los cabellos mientras uno de sus hijos, de nombre Ángel, la aventó al piso para comenzar a golpearla entre los dos.

Mientras esto ocurría, un hermano de la maestra de nombre Manuel comenzó a ahorcar a la señora Pérez, por lo que a pesar de la golpiza que estaba sufriendo, Concepción logró zafarse de sus dos agresores y trató de quitarle el hombre a su madre, lo que le costó mucho trabajo porque el sujeto se negaba a soltarla a pesar de que la señora ya tenía la cara morada por la falta de aire.



Como ella se soltó, la familia comenzó a pegarle a otra de las hermanas, a la cual también patearon mientras estaba en el piso, lo que le provocó sangrado, fiebre y vómito durante la noche.

Con el fin de hacer que la familia y vecinos se hicieran a un lado, el hombre llamado Manuel se subió a una máquina que tenían ahí y se las echó encima, de lo cual estuvo a punto de aplastar a dos infantes.

No conformes con ello estas personas despojaron a una de las hijas de su celular y dinero, por un total de 14 mil pesos que había ido a cobrar por venta de ropa.



A pesar de que llamaron a la policía, ésta nunca llegó, por lo que acudieron a la Fiscalía, pero ahí se encontraron con la fiscal que estaba les dijo que entraran todos juntos porque se trataba del mismo asunto.

“La fiscal nos trató mal, nos dijo que éramos gente jarocha, que lo tomáramos así y que acudiéramos este lunes para una conciliación, pues era lo único que podía hacer por nosotros. Le pedimos su nombre y no nos lo quiso dar. Yo le dije a la fiscal que lo que pase a mi mamá hago responsable a la maestra Guadalupe y a sus hermanos e hijos, porque mi mamá tiene dos hemorragias cerebrales, pero la fiscal me dijo que no era para tanto, que no nos fuéramos a los extremos”, expuso una de las agredidas.

Señalaron que no aceptan una conciliación, pues desde entonces todavía esa persona se la pasa insultándolas desde su casa y burlándose de ellas, además del robo de que fueron objeto y la golpiza que les dieron, que ni siquiera fue entre mujeres, sino de hombres hacia mujeres.