El agente de la Policía Federal Preventiva Valentín Sandoval Vidal, quien fuera ejecutado junto con once oficiales, en el estado de Michoacán, fue sepultado en el panteón municipal, hasta donde lo acompañó un poco más de un centenar de vecinos; no hubo operativo policiaco especial para reguardar el cadáver, se notó la presencia de cuando menos una docena de agentes federales vestido de civil.
El cortejo fúnebre, del domicilio ubicado en la calle Cuauhtémoc de la colonia San Cristóbal, encabezados por el padre y la madre del hoy occiso, don Francisco Sandoval y la señora Leandra Vidal Mayo, y más de un centenar de vecinos, quienes acompañaban a la carrosa fúnebre en el que se trasladaba el féretro que contenía los restos mortales del que fuera elemento de las fuerzas federales.
El contingente humano salió por la calle Ramón Corona, para incorporarse a la avenida Morelos y de ahí hasta la calle Zapata donde se ubica el panteón municipal, donde fue sepultado.
“Me constan que al igual se esforzó por proteger al pordiosero, como al rico, entregó su vida protegiendo a sus hijos y su familia, a la familia de todos, luchó contra el mal, era un gran hombre que entregó su vida por una noble causa”, dijo Carlos, un elemento de la Policía Federal Preventiva, compañero y amigo de Valentín; visiblemente consternado, rompió en llanto y dijo que Valentín era un gran hombre, un ser humano que se convirtió en héroe al luchar contra la gente mala.
Rostros compungidos, lagrimas, dolor, tristeza, es lo que se podía apreciar y es que Valentín era integrante de una familia conocida y radicada en la colonia San Cristóbal, los asistentes reconocieron que Valentín murió como un héroe, pues ofrendó su vida por la defensa de muchos niños, de muchas familias mexicanas.
Valentín Vidal, portaba sobre su féretro nuestro lábaro patrio y una banderola de la Policía Federal Preventiva, fue despedido por una docena de elementos de esa misma corporación, sus amigos.