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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

Ser Rector en la Universidad Veracruzana

Salvador Martínez y Martínez Xalapa, Ver. 04/08/2021

alcalorpolitico.com

“El Rector será designado por la Junta de Gobierno y durará en su cargo cuatro años, periodo que podrá prorrogarse por una sola vez” (Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, artículo 36). La Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana no puede ni debe equivocarse al designar al nuevo Rector.

Hoy observamos a los rectores de dos maneras: o como datos históricos; o como personajes que, de algún modo, están vinculados a nuestra vida profesional. Por una publicación de 1969, titulada La Universidad Veracruzana, 1944-1969, supimos quiénes fueron los rectores durante aquel periodo:

Dr. Manuel Suárez Trujillo (1944-1945), Dr. Gabriel Garzón Cosa (1945-1950), Lic. Arturo Llorente González (1950-1952); Lic. Ezequiel Coutiño (1952 –1954), Lic. Rómulo Campillo Reynaud (1954), Lic. Aureliano Hernández Palacios (1955-1956), Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán (1956-1959 y 1961-1963), Lic. Fernando Salmerón Roiz (1959-1960 y 1963-1964), Lic. Fernando García Barna (1964-1968), (Dr. Carlos Díaz Román (1968-1969), Lic. Antonio Campillo Sánchez (1969-1971). [Éste último no aparece en la publicación mencionada].



Todos ellos y algunos más fueron nombrados por el Gobernador del Estado en turno, quien era la máxima autoridad de esta Casa de Estudios. La autonomía aún es tema nuevo. Basados en la brevedad de sus periodos, de tales rectores sólo diremos que ocuparon un cargo difícil, algunos pasaron por allí como suele decirse en el argot político “nadando de a muertito”. En cambio, se distinguieron y prestigiaron a la Universidad Veracruzana Gonzalo Aguirre Beltrán, Fernando Salmerón Roiz y Aureliano Hernández Palacios.

Aquello que narraremos a continuación consideramos que carece de valor histórico (son opiniones), pues forma parte del anecdotario profesional. Quien quiera saber sobre la obra de cada rector puede consultar la página de la Universidad Veracruzana, en el apartado “Nosotros-Historia”, www.uv.mx.

Al primer rector que conocimos fue al Dr. Rafael Velasco Fernández (1971-1973). La mirada todavía juvenil observó en Velasco Fernández a una personalidad imponente con un trato sencillo y una extraordinaria sensibilidad para los problemas universitarios.



Como rector, al conspicuo psiquiatra le correspondió encarar dos principales y difíciles problemas: uno, los efectos de una explosión demográfica, denominada “explosión estudiantil”, que él trató de resolver con la creación de la Escuela de Iniciación Universitaria, que fue conocida como “El propedéutico” o “el prope”. El otro problema fue el sindicalismo universitario, que en aquellos años parecía no tener solución.

Le sucedió en el cargo el Lic. Roberto Bravo Garzón (1973-1981), Licenciado en Economía y en Derecho, una personalidad polémica con un corazón artístico, dicho esto último sin ningún sentido peyorativo, por el contrario, como un reconocimiento.

Roberto Bravo enfrentó dos graves dificultades: una, el llamado “porrismo” universitario, que en contra de la opinión generalizada no fue privativo de la Facultad de Derecho. Y, otra que llamaremos “apocamiento”, pues en aquellos años la Universidad Veracruzana se había hecho poquita cosa. Bravo Garzón se encargó de expandirla tanto regionalmente, como en determinadas áreas de especialidad, cabe destacar el área de Artes, que, sobre todo, se distinguió con la Orquesta Sinfónica de Xalapa y el Ballet Folklórico. Además, la universidad creció con el establecimiento de diversos posgrados.



Al Lic. Héctor Salmerón Roiz (1981-1983), le tocó un periodo de transición sumamente difícil sobre todo en el plano económico, pero, por el ambiente violento, primero había que pacificar las cosas y el carácter conciliador de Salmerón Roiz, posibilitó que tal cosa sucediera, en gran medida.

Lo releva el C.P. Carlos Aguirre Gutiérrez (1983-1986), quien, por su habilidad en el terreno de la contaduría, logra sanear las finanzas de la Universidad Veracruzana y entregar buenas cuentas. Lo cual se puede decir brevemente, pero que es una tarea extensa.

Dr. Salvador Valencia Carmona (1986-1991). No cabe duda de que la administración de la universidad es un problema para todos los rectores y, en el acto, los enterados están pensando en la planeación, organización, ejecución y evaluación de los actos de administración. Pero, un jurista, como Valencia Carmona, resumiría todo en la aplicación de la ley y consideramos que ésta fue su mayor preocupación y su principal ocupación, a sabiendas de su repercusión en la investigación, la docencia y la difusión de la cultura.



Durante el periodo rectoral del Lic. Rafael Hernández Villalpando (1991-1992), nos alejamos de la observación de la Casa de Estudios. Hacia el final de su administración nos invitó a coordinar la Especialidad en Derecho Aduanero, que, a pesar de ser una dependencia de la Facultad de Derecho, se cursaba en las instalaciones del Instituto de Ingeniera en la región de Veracruz-Boca del Río y, como suele decirse, sentimos el apoyo al posgrado en carne propia.

Dr. Emilio Gidi Villarreal (1992-1997), otro distinguido jurista. Al ser nombrado Rector, percibe tres graves carencias en la Universidad Veracruzana: el prácticamente nulo apoyo a la investigación universitaria, el abandono de las regiones –fuera de Xalapa- en donde la universidad presta sus servicios y, sobre todo, el anacronismo de la legislación universitaria. Ésta no tenía lagunas legales sino océanos, tampoco tenía antinomias sino “chipotes”.

Gidi Villarreal atiende las dos primeras carencias y, respecto de la tercera, promueve una legislación universitaria propia para los tiempos en que le correspondió regir los destinos de la universidad y sienta las bases para hacer realidad la autonomía universitaria en Veracruz. Este rector introduce las tecnologías nuevas en las funciones sustantivas y adjetiva de la Universidad.



Al lego debemos explicarle que la primera manifestación de dicha autonomía es que, el Gobernador del Estado ya no nombra más al Rector ni es más la primera autoridad universitaria, sino que el rector es designado por una Junta de Gobierno de la propia Casa de Estudios.

El Dr. Víctor Arredondo Álvarez (1997-2004) es el primer rector dentro de la Autonomía de la Universidad Veracruzana. Arredondo Álvarez sabe “bajar” los recursos económicos de las instancias federales y de otras instancias y lo hace para beneficio de nuestra institución. Su mayor mérito, sin embargo, es que supo bien cómo posicionar a la Universidad Veracruzana en el ambiente académico nacional e, incluso, internacional.

Dr. Raúl Arias Lovillo (2005-2013). Cuando Arias Lovillo, en 2009, siendo el rector, aceptó prologar un libro breve de nuestra autoría sobre el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) en la Facultad de Derecho, nos mostró una de sus principales acciones en la rectoría, el apoyo al personal académico para su superación personal y profesional.



Dra. Sara Ladrón de Guevara (2013-2021). Que no se olvide, porque no es poca cosa, Sara es la primera Rectora de nuestra Casa de Estudios. La Autonomía no podía dejarse en una mera declaración legal. Era y es necesario hacerla realidad, pues no se reduce al nombramiento del rector o la rectora, sino que comprende distintos aspectos, todos los aspectos, de la vida universitaria y nuestra rectora hizo valer su investidura para defender con energía la autonomía presupuestal.

Después de este repaso, es un imperativo recordar a la comunidad que las universitarias y los universitarios con capacidad crítica, son seres humanos que, sencillamente, piensan, no se limitan a dejar que otros piensen por ellos. El nuevo rector -sea quien sea- no puede ni debe fallarle a la comunidad universitaria.

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