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Sección: Estado de Veracruz

Si Veracruz fuese país, sería el tercer más peligroso para ejercer periodismo: Activista

Control y censura está siempre en Internet aunque no nos demos cuenta de ello: Gisela Pérez

Sara Atanasio Xalapa, Ver. 15/01/2016

alcalorpolitico.com

Durante la segunda Mesa de Intercambio, realizada en el Bye Festival, la activista y feminista Gisela Pérez de Acha, quien es abogada y egresada del Instituto Tecnológico Autónomo de México, habló sobre la censura y los espacios.

Aseveró que si Veracruz fuese un país, sería el tercero más peligroso, después de Irak y Somalia, para ejercer el periodismo, “por la cantidad de periodistas per cápita que han sido asesinados… entonces, hablar de la censura aquí, en estas condiciones, pues también es disidente en sí”.

Por otro lado, ella definió la censura como “una manifestación del control que es intrínseco al poder”, mismo que se concentra en tres tipos, el del Estado, el de las empresas y el narcotráfico.



Afirmó que a pesar de que Internet podría verse como “un espacio maravilloso” del que formamos parte de manera cotidiana y al que calificó como un “servicio público”, pero que a la vez divide a la sociedad mexicana en dos sectores, los que todo el tiempo y en todo momento están conectados y aquellos que ni siquiera tienen el acceso a esta red.

Afirmó que el control y la censura están siempre en Internet, aunque los que utilizamos las redes sociales no estemos conscientes de ello. Que aunque no nos demos cuenta, estamos siempre controlados por empresas y que todo lo que generemos a través de esta red les deja ganancias inimaginables a empresas privadas como Twitter, Facebook, Google, Instagram, entre otras.

“Cada vez hay menos softwares abiertos que sean completamente transparentes”, ya que todos los algoritmos están patentados y es imposible ver qué hay detrás de ellos. A esto Pérez de Acha le llama “el nuevo capitalismo, donde el producto somos nosotros, parece que todo es gratis, parece que estamos en Facebook gratis”, sin embargo, en algún momento nos cobran todo eso porque la actividad que tenemos a diario dentro de las redes sociales se monetiza y las empresas lo venden a empresas de publicidad que más tarde nos van a vender “publicidad a la medida”.



Lo anterior provoca un consumismo, pero además de ello un control por parte de las empresas privadas que nos dicen que tenemos que comportarnos de cierta manera y consumir ciertas cosas para ser parte de ese sector que ellos nos pintan como fantástico.