Entre el 80 y 85 por ciento de las unidades de transporte público en la modalidad de taxis resultaron siniestradas a causa de la reciente inundación registrada en el municipio, lo que ha provocado una parálisis casi total en el servicio colectivo.
De acuerdo con las estimaciones de representantes del gremio, en Álamo operan aproximadamente 600 taxis distribuidos en 23 rutas, todas con múltiples unidades afectadas por el ingreso del agua. En la actualidad, algunos trabajadores del volante han logrado reanudar parcialmente sus actividades, prestando el servicio de manera temporal desde la zona de El Colotero y otros puntos recuperados con tareas de limpieza o donde no llegó el agua.
Las fuentes consultadas señalaron que las aseguradoras con cobertura amplia deberán responder por los daños ocasionados, aunque la mayoría de los propietarios únicamente cuenta con pólizas de responsabilidad civil, es decir, el "seguro de daños a terceros", debido al elevado costo de las coberturas totales.
El gasto promedio para la reparación de una unidad inundada se calcula en alrededor de por lo menos 10 mil pesos, dependiendo de marca y modelo, cantidad que representa una carga económica considerable para los concesionarios y conductores. Hasta el momento, no se ha planteado una solicitud formal de apoyo a las autoridades, dado que se considera poco probable la implementación de un programa de ayuda específico para el sector.
Asimismo, el colapso del puente “López Portillo” afecta directamente a nueve rutas de transporte, complicando la comunicación entre distintos sectores del municipio y la porción norte, prolongando el impacto de la contingencia en la movilidad local.