La preferencia por la carne y las comidas condimentadas dejó de lado el arraigo tradicional de las culturas indígenas; desapareciendo del menú los platillos elaborados con quelites, acelgas y espinacas.
De acuerdo con mujeres indígenas de la Sierra de Necoxtla, Ocotla y Texmola, esta situación deriva de la aparición de restaurantes que ofrecen alimentos elaborados a base de carne, pastas y mariscos; dejando de lado la comida autóctona, hecha a base de esas y otras plantas.
"La gente ya no las pide y los jóvenes y niños no las conocen ni les llama la atención lo que es verde, a pesar de que son plantas que tienen muchos nutrientes y erradican enfermedades como el cáncer, la anemia o la tos y mantiene el intestino limpio", expresa Dominga Ramos, de la congregación Necoxtla.
Señaló que han participado en talleres de elaboración de alimentos y también en muestras gastronómicas donde presentan platillos elaborados con dichas plantas, dando como resultado una gran aceptación debido a la gama de sabores que se pueden encontrar al combinar diferentes ingredientes.
Citó como ejemplo el tradicional taco, que se encuentra en los puestos de la esquina elaborado a base de carne de res, cerdo o pollo, contra un taco al vapor de acelgas, quelites, espinacas o gasparitos y las personas siguen prefiriendo la carne.
Señaló que hasta hace 30 años se comercializaban en Orizaba y municipios de la región dichas plantas, pero ahora los restaurantes ya no tienen demanda y lo más que se llega a vender son las lechugas y los rábanos, así como el ejote y las habas; por lo que estos productos están condenados a ser consumidos únicamente en la zona rural e indígena.