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Sección: Estado de Veracruz

Sindicatos generan nuevos profesores sin compromiso por servir, asevera docente retirado

- Gustavo Bautista, exprofesor en Poza Rica, asevera que se preocupan más por el salario que por el amor a la labor

- La reforma educativa tiene puntos a favor y en contra, pero es necesaria la capacitación, declaró

- Considera que para él es más importante lo que se aprende de los alumnos, que lo que enseña

Lidia L?pez Poza Rica, Ver. 15/05/2014

alcalorpolitico.com


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No había mucho que pensar. Siendo muy joven solo le quedaba arriesgar, dejar atrás vínculos en Orizaba y ganar en la tierra prometida, donde la bonanza petrolera prosperaba sin medida. Pero su objetivo nunca fue la industria, era forjar académicamente a nuevas generaciones en una nueva institución, la Escuela Secundaria y Bachilleres Oficial Número 8 “Emiliano Zapata”, aunque su salario no se comparara con un obrero petrolero.

Gustavo Bautista Bandala dejó Orizaba y llegó a Poza Rica en 1967, directamente para arrancar con el ciclo escolar en la educación media superior. Egresado de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Veracruzana, donde jamás tuvo la idea de ser escritor o filósofo pero sí ofrecer sus conocimientos en la lengua española.

Tomó la opción de esta licenciatura porque le ofrecía la oportunidad de ser becario, eso le permitiría concluir sus estudios con el recurso económico que sería suficiente para cubrir su estancia en la ciudad de Xalapa, así cumplir con el orgullo familiar.



Entre las primeras instituciones educativas que Gustavo Bautista tomó para iniciar carrera, escuchó la voz de los más experimentados y aprendió que en el corazón es donde anidan los sentimientos para educar y transmitir valores morales a nuevas generaciones, porque ese era el camino.

Mientras recordaba su pasado, el semblante de Gustavo Bautista no ha cambiado pese a los años. Ligeras líneas de expresión en el rostro, pero siempre la sonrisa del buen hombre que cada mañana y cada tarde que se quedó grabada en más de 50 generaciones de la llamada “Prepa de Las Palmas”.

Para él, en su vasta experiencia, la calidad en la educación se ha esfumado. Se quedó atrás, donde el apostolado del magisterio ofrecía hombres y mujeres convencidos en la vocación de servir, el respeto, el compromiso. Todos esos elementos que en el pasado, el maestro se convertía en líder de opinión en las comunidades.



Considera que para él es más importante lo que aprende de sus alumnos, que lo que haya dejado a ellos, “renuevan mis baterías con la mayor energía”.

“No fui un profesor estricto, no fui autoritario, eso no se lleva con la formación educativa”, advirtió el profesor que, entre otras materias, con la asignatura de Español compartió sus mejores años con alumnos y alumnas del nivel secundaria y bachillerato.

Es de la idea de proclamar al alumno cuando obtiene un reconocimiento en su aprendizaje, pero al mismo tiempo advirtió que en la misma medida debe ser reprendido quien incumple con las normas establecidas dentro del salón de clases y del plantel.



Los alumnos difíciles surgieron siempre, en cada generación. Las razones sobre la mala conducta, explicó, estriba desde el hogar, donde los problemas familiares se proyectan en su actitud y no les permite comprender el sentido, que con la riqueza del conocimiento pueden aspirar a una mejor calidad de vida.

De su pasado como educador, se arrepiente de haber aplicado algunas normas establecidas para poner orden entre los estudiantes. Mencionó que de los pocos casos en los que tuvo que sancionar, determinar castigos a los alumnos con suspensión de clases por tres días, fue un grave error en su vida, “porque poco, poco se logró con esas medidas”.

El hombre que dejó las aulas de la ESBO, precisamente un 15 de mayo de 1997, señala que las nuevas generaciones carecen de comprensión. Las nuevas políticas educativas y los sindicatos han generado a nuevos maestros con escasez de compromiso por servir, detalló que en la actualidad existe mayor preocupación por la remuneración que se percibirá a considerar el sacrificio y el amor que se merece el magisterio.



“Estamos fallando todos”, dijo el profesor Gustavo Bautista, son necesarios los elementos de cercanía, el diálogo, ofrecer a los jóvenes la comprensión, el respeto y reconocer el lugar que ocupan en la sociedad, sin agredirlos.

“Lamentablemente desde el seno familiar, necesitan amor, Libertad propia para que ellos se desarrollen”. Pero expresó también que en las deficiencias de los maestros, el mismo gobierno es quien se olvidó de darle y exigirle herramientas para mejorar la calidad educativa, la capacitación constante. Pide a sus colegas que regresen del pasado la responsabilidad y la emoción para estar frente a grupo.

Con la Reforma Educativa que recién transformó el Gobierno Federal, recalcó que tiene puntos a favor y puntos en contra, que se concentrado en un cambio para el orden laboral de los profesores. Pero celebra que con estas medidas, se muestran preocupados los maestros que carecen de formación, gracias a la protección que han ofrecido los sindicatos. Son solamente los maestros responsables que no perderán su trabajo.