De 876 circos que en el año 2000 ofrecían su espectáculo en México, solo 450 sobreviven hoy en día en la República Mexicana, por lo que muchos artistas desempleados han tenido que ganarse la vida de diferentes maneras.
Rodrigo Mendoza, promotor artístico de espectáculos circenses, tuvo la oportunidad de administrar plazas en distintas regiones de México para promocionar circos que hicieron historia en este país.
Hoy los circos sobreviven de la destreza y capacidad de sus atletas, payasos, magos, malabaristas y contorsionistas, tras extinguirse la participación de los animales en los espectáculos del presente.
"La magia no ha terminado, y aquí es donde les decimos a los compañeros, renovarse o morir. Esta es una bella tradición que se niega a desaparecer y que las familias siguen apoyando", señaló.
En Orizaba y la región, de dos a tres circos llegan a hacer temporada. La afluencia es poca, señala, pero alcanza para pagar salarios, alimentos y gasolina para continuar hacia plazas más grandes.
Esta semana la empresa "Soriaric Circus" se presenta en el municipio de Rafael Delgado, pasó de tener costos de 80 a 20 pesos para niños, debido a que la afluencia es muy baja.
En los últimos dos años, la pandemia COVID-19 puso el dedo en la llaga producida por 20 años de baja asistencia. Este año, señalan, el reto es mayor y es decisivo para promotores y artistas en la sobrevivencia de las carpas de circo.