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Sección: Estado de Veracruz

Sonidos altos pueden debilitar tanto el rendimiento escolar como el desempeño laboral

- Esto debido a que el sonido deriva en problemas emocionales, cognoscitivos y de rendimiento

- Especialistas advierten sobre la importancia de cuidar el sistema auditivo para evitar la sordera precoz

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 27/04/2011

alcalorpolitico.com

Los estudiantes están expuestos a muchas alteraciones en la vida cotidiana, como los sonidos de alta intensidad. Esto puede propiciar no sólo problemas de salud, sino de aprendizaje, de acuerdo a estudios realizados por un grupo de académicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los especialistas señalan que incluso el ruido en un salón de clases impacta en los alumnos de manera negativa, tanto a los procesos psicológicos como de aprendizaje desde el nivel preescolar. Esto debido a que el sonido deriva en problemas emocionales, cognoscitivos y de rendimiento escolar.

“Si el sonido alcanza más de 60 decibeles, las personas sienten molestia; no obstante, con relación a los estudiantes, los especialistas se percataron que su atención comienza a perturbarse ya que por más concentrados que estén, si los niveles son elevados y constantes, esa capacidad disminuye”, informó el investigador Cesáreo Estrada Rodríguez.

En el caso de los salones de clase o de las escuelas, hay otra variable de tipo cognoscitivo denominada inteligibilidad de la palabra, es decir, la posibilidad de entender y escuchar claramente la palabra del maestro o de los propios compañeros.

En una conversación normal, la voz humana se transmite a una intensidad que oscila entre los 50 y los 60 decibeles. Por lo tanto, los especialistas comentan que si un maestro habla y un ruido invade el salón de clases, los alumnos no escucharán a su profesor.

Coinciden en señalar que si no se tiene una buena capacidad de atención y una óptima inteligibilidad de la palabra o del discurso, el aprendizaje tiende a disminuir. Contrario a la gente que escucha bien y posee una alta capacidad de atención, que reporta un mejor rendimiento.

Sin embargo, esto también afecta en el ámbito laboral, ya que merma su memoria y atención, lo que hace que disminuya la capacidad de producción.

Incluso puede traer consigo consecuencias fisiológicas. Estudios demuestran que si una persona se expone a altos niveles mientras duerme, la calidad de sueño será pésima, ya que el oído es el único que permanece alerta todo el tiempo, y aunque se pretenda ignorarlo, el ruido penetra y afecta.

Estrada explicó que la exposición prolongada a fuertes emisiones de ruido, ocasiona efectos crónicos en la audición, “se pierde paulatinamente el sentido del oído, según el tiempo y el volumen de los sonidos. En un proceso natural de degeneración, se deteriora con la edad, y si a ello se suma el ruido, las dificultades aparecerán más rápido. En relación con el área de la salud, afecta especialmente la activación fisiológica, lo que puede convertirse en un indicador de estrés”.

Por otra parte, precisó que el grupo de Acústica y Vibraciones del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, ha realizado investigaciones sobre el uso continuo de los audífonos, “es preocupante que los jóvenes oigan música a altos decibeles. Si usan audífonos, uno puede escucharla a un metro de distancia; significa que la intensidad es altísima”.

Mencionó que se ha podido determinar que al oír música con audífonos, se expone el oído a 90 decibeles, cifra que representa una carga elevada para sus tímpanos, “pronto habrá una generación precoz de débiles auditivos, sin contar con los efectos que padecerá en el ámbito psicológico.

Por ello la recomendación de que cada persona mitigue los niveles y así se proteja en el ámbito donde se encuentre; además, sugirió atenderlo como un problema de salud pública, “debe evitarse que penetre en los lugares de estudio, sobre todo de los niños”.