En lo que va del año, tres centroamericanos, dos hombres y una mujer, perdieron la vida al
caer de un tren en movimiento, entre los municipios de Orizaba y Tehuacán, Puebla, en su intento de alcanzar el sueño americano.
Se trata de dos cuerpos que fueron repatriados y uno más que permanece en las instalaciones del Semefo regional, a la espera de ser reclamado por sus familiares.
Voceros del Semefo regional señalaron que desafortunadamente, las víctimas siguen viajando en tren para llegar a la frontera norte de México y en medio del cansancio se duermen y caen a las vías.
Tan solo la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, reportó en 2022 la muerte o desaparición de 686 migrantes centroamericanos entre las fronteras de México y Estados Unidos.
De enero al mes de agosto de este año, suman ya 325 migrantes fallecidos, cuyos cuerpos en su mayoría son incinerados en territorio mexicano para ser devueltos a su país de origen.
El último migrante caído en territorio veracruzano se registró la mañana del jueves en Orizaba y fue identificada, por familiares, como el de una mujer de 34 años, originaria de Honduras.