Hace siete meses que murió la Cascada de Cocalzingo, el agua no llega. A pesar de que ha empezado a llover desde hace más de una semana en la zona de las Altas Montañas de Veracruz, no aparece esa belleza natural ubicada en el municipio de Alpatláhuac.
Esto ha ocurrido, alertan autoridades locales, debido a la tala inmoderada de árboles en las faldas del Pico de Orizaba.
Y es que de acuerdo a pobladores el Gobierno no hizo la parte que le corresponde, lamentan pobladores de estas comunidades. Según advierten, lo que predomina es la corrupción y “ya es tarde para resarcir el daño”.
Y es que según los comuneros, aunque se siembren miles de árboles, no crecerán de la noche a la mañana, por ello urge evitar que sigan talando árboles.
Sobre la cascada, su desaparición la califican dealarmante pues era uno de los atractivos de este municipio.
Dicha agua suele llegar de Rancho Nuevo; cae de la parte del cerro formando una cascada de más de 70 metros de altura, la cual baña rocas que se convierten en atractivo turístico para tomarse “selfies”.
A la Cascada de Cocalzingo incluso la han visitado creadores de contenidos para Internet como “La Ruta del Brujo”, que dieron a conocer este lugar.
No obstante, incluso cuando no ha llegado el agua, arriban visitantes para disfrutar del clima, de la naturaleza, de la comida, cabañas y hasta de una tirolesa.
Tala de árboles mató a la cascada
Al respecto, el alcalde Leonel Sánchez Reyes lamentó la desaparición de la cascada, presumiendo que desde su primer año de gobierno ha trabajado en la siembra de árboles, asegurando que se sembrarán 100 mil en todo el municipio.
Cuestionado sobre si el agua no llega por un posible desvío en la parte alta, el munícipe descarto tal versión.
Reiteró que esté riachuelo nace en la comunidad de Rancho Nuevo, cerca de aquí y no hay poblaciones grandes que pudieran desviar el agua.
Sánchez Reyes explicó que al resecarse la tierra por la falta de árboles, se vuelve más porosa y aunque llueva no se retiene el agua y ese líquido de lluvia se va más a fondo, hasta caer a los mantos freáticos.
Por ahora, habrá que esperar que llueva más.
Por ello, pidió a los habitantes de este municipio y todos los pueblos de las Altas Montañas, no seguir talando árboles.
Los tiempos del cambio climático se han adelantado y ya están cobrando la factura por la irresponsabilidad de los Gobiernos que han ido pasando y la población, de no respetar la tala de árboles.
Mientras tanto, la Cascada de Cocalzingo está muerta, no hay agua, aunque perdura la belleza natural en esta zona de las altas montañas.