La fe de la grey católica es más grande que cualquier otra cosa. Alpatláhuac es un municipio donde el 98 por ciento de su gente vive del campo; es un pueblo pobre pero muy unido, que en cada Semana Santa se organiza para hacer de sus calles todo un atractivo lleno de colorido con tapetes artesanales hechos a base de aserrín.
Para esta Semana Santa, más de 200 hombres elaboraron esos tapetes; su labor inició el atardecer del Jueves Santo hasta casi el amanecer de este viernes.
La procesión salió de la comunidad de Ateopa, a casi 2 kilómetros de la cabecera municipal, en la cual participaron más de 5 mil personas. Incluso había muchas personas de diferentes partes del Estado porque este Viacrucis ha trascendido las fronteras por su fe y por los tapetes artesanales que hacen sus habitantes.
Elaborar los más de dos kilómetros de tapetes de aserrín en las calles de Alpatláhuac no es fácil pero la gente lo hace por amor a su pueblo y la fe en recuerdo de la pasión de Cristo.
Alpatláhuac es un municipio que se ubica en las Altas Montañas, a escasos kilómetros de Coscomatepec y colinda con Calcahualco y La Perla, en las faldas del volcán de Orizaba; un pueblo lleno de tradición y colorido.