Terremoto despertó mitos, rumores, presagios y pocas verdades: Sismólogo

Veinticuatro horas después del sismo de 7.1 grados, lejos de propagar datos exactos, las redes sociales continúan infestadas de presagios, alertas y supersticiones; todo absolutamente falso desde la perspectiva de la sismología.

En entrevista con alcalorpolítico.com, el académico del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV), Francisco Córdoba Montiel, desechó uno por uno los mitos y aclaró las dudas sembradas tras el movimiento con epicentro en el municipio de Axochiapan, Morelos.

En primer punto comparó el terremoto de 8.4 grados en escala de Richter del pasado 7 de septiembre, el cual no dejó daños en la Ciudad de México, con el fenómeno de 7.1 grados del pasado 19 de septiembre, el cual acumula un saldo temporal de más de 200 muertos en el país.



Ante la evidente diferencia de magnitud, Córdoba Montiel enfatizó en la cercanía del epicentro: en el primer caso fue en Tonalá, Chiapas y el segundo, en los límites de Morelos y Puebla; a escasos kilómetros de la Ciudad de México.

Duración y percepción

El segundo punto es la duración. Advierte que no en toda la ciudad se percibió la misma duración del terremoto; dado que ello depende de las condiciones del suelo.



"Hay que tomar en cuenta dos factores: la duración de la ruptura en donde se origina el sismo, el hipocentro, el lugar de la corteza en donde se produce el temblor y que esa ruptura no dura mucho, para darnos una idea, la del Istmo de Tehuantepec (7 de septiembre) que no duró más de 20 segundos", indicó.

La diferencia, agregó, es cómo se percibe en cada lugar y puso de ejemplo que en el caso de la Ciudad de México, una urbe con suelo lacustre, la duración del sismo para las personas "es casi eterna".

Por el contrario, calculó que en la zona centro de Xalapa el fenómeno duró 45 segundos; principalmente por el blando suelo arenoso del primer cuadro.



De esta manera, entre más lejos se sitúe la persona del epicentro, sentirá menos tiempo de duración.

Los epicentros y la profundidad

Un dato decisivo guarda la profundidad y plantea una fórmula sencilla: a menor sea la profundidad reportada por el Servicio Sismológico, mayor puede resultar la estela de daños del sismo.



"La corteza se comporta como un filtro", ilustró y comparó que el sismo de 1985 tuvo un epicentro en las costas de Michoacán, pero a menor profundidad. Lo anterior depende a la vez de la fricción constante de las placas en la corteza.

La repetición y la predicción

A la fecha, indicó, es imposible predecir el epicentro, la hora y magnitud de un temblor y la única guía de los sismólogos para entender a los terremotos recae en los mapas tectónicos.



Recordó que una amplia porción del territorio descansa en la Placa de Norteamérica y los sismos pueden producirse por igual en las zonas de colindancia de las placas e incluso dentro de las propias placas; a lo que se denomina "sismos intraplaca".

Admitió que los sismos expresan un ciclo, denominado ciclo sísmico, pero aún con dicha información la ciencia carece de facultades para pronosticar un sismo.

De esta manera, un punto en la Tierra puede registrar un sismo de alta magnitud una vez cada mil años o una vez cada cien; por lo anterior, los sismos continúan con su cualidad de impredecibles.



A ello se agrega el hecho de no existir documentación de la magnitud de sismos anteriores al siglo XIX.

"¿Cuándo es el periodo de retorno de los sismos, como el de Xalapa de 1920?, no se sabe", dijo y descartó por lo anterior la regla incierta de la "repetición" de sismos.

Los sismos de todos los días



Entrevistado en sus oficinas del Centro de Ciencias de la Tierra, Francisco Córdoba admitió que tras el sismo de ayer hubo nuevos terremotos; obviamente de menor intensidad.

Incluso, en la visita de alcalorpolítico.comlos sismógrafos registraron un pequeño movimiento.



Diariamente, dijo, ocurren hasta 40 sismos; todos detectados por la Red Sísmica Veracruzana, aunque de baja magnitud. "La mayoría son imperceptiblez, es más normal que tiemble", indicó.

Exhibió los registros de ayer martes 19, en los que la oscilación se tornó de un dramático rojo intenso, precisamente a la hora indicada, luego de una mañana con actividad sísmica de poca importancia.