Tianguis campesino electoral

Esta mañana la Plaza Lerdo se convirtió en un tianguis campesino electoral por la presencia de los ejidatarios de Manuel Ávila Camacho solicitando la continuación de los trabajos del Programa de Certificación de Derechos y de la Unión Campesina Democrática solicitando la solución de varios problemas judiciales que se encuentran atorados, además del ayuno del diputado local Uriel Flores Aguayo por el recuento de votos.

La plaza célebre por la cantidad de expresiones sociales y políticas en los últimos 20 años, hoy se vistió con sombrero y de amarillo porque los problemas sociales rebasan a las autoridades locales quienes se han quedado como meras oficialías de partes, receptoras de solicitudes dos días a la semana, pero quienes asisten a los quejosos finalmente son las pías acciones de las organizaciones católicas que hospedan, dan de comer y hasta apoyan para el pasaje a quienes dejan su queja en Palacio de Gobierno.

De este modo los grupos campesinos y políticos que otros gobiernos han auspiciado como los 400 Pueblos, hoy se les revierten a las administraciones en turno: los 400 Pueblos, que obligan a las autoridades locales la intervención para suspender los trabajos de Certificación de Derechos que en el ejido Manuel Ávila Camacho, en Martínez de la Torre, 17 protegidos de César del Ángel, le disputan a 300 ejidatarios que producen cítricos las tierras que hace un mes ya habían estado negociando este problema aquí.

De igual manera los militantes de la UCD, que de manera discontinua pero permanente, piden la intervención del Gobierno para destrabar los asuntos jurídicos que tienen en la Procuraduría, entre ellas la desaparición de su compañero del 8 de mayo, además de otros problemas en la agenda campesina para ver si de todos algo se resuelve.

Finalmente, como si se tratara de la síntesis de los problemas del país, los perredistas que piden el recuento de los votos, se expresan para mantener la flama de protesta en una ciudad que cada vez más es más compleja y plural.