… Y mientras todo ello acontecía, las interrogantes del cineasta Cuarón
seguían en el aire, esperando las respuestas presidenciales…
Cansados pero contentos. Durante11 días, del 28 de abril al 8 de mayo, una representación de la generación normalista “Piratas”, con familiares y amigos, realizó un recorrido recreativo y cultural por las entidades federativas de Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Chihuahua y San Luis Potosí, disfrutando a lo largo del trayecto terrestre las bellezas naturales, la gastronomía de cada región, las realizaciones humanas, las historias regionales y los personajes que aportaron su esfuerzo y hasta su existencia por un México mejor. Los protagonistas de ese periplo nos quedamos sorprendidos, entre otras cosas, por la pujanza agrícola de Sinaloa (denominado el Granero de la Nación) y por la fortaleza anímica y tozuda voluntad de los chihuahuenses, quienes luchan cotidianamente contra la adversidad y emplean tecnología de punta para producir satisfactores básicos, verduras y frutas, tanto para el país como para el exterior.
Es muy difícil resumir en unas cuantas líneas lo vivido en esa excursión, pero a grandes rasgos les manifiesto que durante nuestra estadía por Guadalajara tuvimos la oportunidad de visitar la Catedral, el Palacio de Gobierno, el Teatro Degollado, el Instituto Cultural Cabañas, el Museo Regional, el Museo de Cera, el Mercado de San Juan de Dios, las comunidades de Zapopan y Tlaquepaque, así como la Rotonda de los jaliscienses ilustres. Por cierto uno de esos ínclitos antecesores tapatíos lo fue el literato Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo y de El llano en llamas y lo cito porque en uno de sus cuentos nos describe magistralmente esas áreas áridas y semiáridas de nuestra sufrida Patria: “… Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros. Uno ha creído a veces en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podía encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor a humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza…”
El día 30 de abril, ya con rumbo a Mazatlán, pasamos a comer a Tepic, la capital de Nayarit y ahí algunos pudimos visitar el Museo de Juan Escutia y el recinto cultural dedicado al poeta Amado Nervo. Recibí de un amable nayarita el poemario del vate mencionado que incluye varias de sus creaciones importantes, como: En paz, Canto a la naturaleza, Fatalidad, Raza de bronce, Canto a Morelos, La luz de las estrellas, Perlas negras y Gratia Plena. Supe de buenas fuentes que por esos lares el religioso Fray Junípero Serra realizó una labor humanista durante la época colonial y que, ya en la Reforma en el siglo XIX, durante el juarismo y el lerdismo, operó como hombre fuerte y cacique de la región el controvertido Manuel Lozada, “El Tigre de Alica”.
Sin lugar a dudas Mazatlán, Sinaloa, es un lugar de ensueño con su boulevard y sus palmeras, tipo el puerto de Veracruz, con sus bellezas humanas, sus excelentes platillos variados y sus áreas turísticas de interés. El tiempo disponible fue corto para conocer mejor esa joya del Pacífico, pero muchos de los colegas pretendemos retornar pronto hacia ese recinto mágico. De tal puerto de excepción nos encaminamos raudos y veloces hacia la localidad El Fuerte, Sinaloa, para llegar al caer el día y degustar una opípara cena, donde el invitado especial fue la lovina, un pescado de excelente calidad cocinado con gran maestría culinaria. El complemento fue la leyenda del Zorro y un recorrido nocturno por las románticas callejuelas de ese entorno.
Por fin nos subimos al famoso tren “El Chepe”, en el vagón Primera Exprés, para enlazar o llegar a las alturas de El Divisadero, Chihuahua, a más de 2,400 m. sobre el nivel del mar. Hay que decir que ese vehículo férreo se desplaza desde el puerto de Topolobampo, Sinaloa, hasta la ciudad de Chihuahua y es conocido como el Chihuahua – Pacífico. Nosotros cubrimos una parte de esa imponente trayectoria, en medio de la montaña y de las barrancas, para constatar tan singular obra de ingeniería efectuada a lo largo de varios años y que fue inaugurada hace más de medio siglo por el Presidente Adolfo López Mateos. A continuación de El Divisadero arribamos en autobús a la localidad de Creel, Chih., y de ahí nos encaminamos a la ciudad de Chihuahua, espacio geográfico que fue eje de sucesos importantes durante la gesta revolucionaria de 1910 y que también tuvo relación con la etapa de la Independencia (sacrificio del Padre Miguel Hidalgo) y con La Reforma
(tránsito de Benito Juárez, como Primer Mandatario, durante la intervención Francesa).
En otro comentario aludiré a otros aspectos del referido viaje piratesco. Culmino con algo que leí sobre ese Estado: “Viajero, has llegado al escenario de una historia fascinante; al lugar sin límites en donde un cielo cobalto presenció el drama de un pueblo surgido de las inmensas llanuras y de las profundas barrancas; una tierra ocre que guarda raíces milenarias de pueblos indios que sufren ante los fuertes ventarrones…”
Atentamente