Mientras el estado de Puebla ha reforzado la vigilancia ambiental en el Parque Nacional Pico de Orizaba, del lado veracruzano la situación es preocupante por la falta de atención de las autoridades, denunció el ambientalista César Silva Reyes.
El activista señaló que la vigilancia en territorio poblano se ha intensificado con la presencia de una Policía Forestal, lo cual ha permitido prevenir la tala ilegal, los incendios forestales y la deforestación. Sin embargo, esta misma estrategia no se replica en Veracruz, donde el abandono es evidente. La conservación del bosque no es sólo por la madera, sino por la cubierta forestal que permite que el agua se filtre hacia los mantos freáticos, recordó. Alertó que con la pérdida de esta cobertura vegetal, el impacto del cambio climático se agrava en la región.
Recordó que en territorio veracruzano se encuentran cinco barrancas que alimentan ríos de respuesta inmediata: el río Chiquito, La Carbonera, el río Orizaba, el Metlac y el Jamapa, todos en riesgo por la tala inmoderada. Silva Reyes hizo un llamado a las autoridades estatales y municipales de Veracruz, así como al Gobierno federal, para trabajar en conjunto y proteger los ecosistemas vitales de la región. “No hay interés por parte de las autoridades, y eso es alarmante”, dijo.