Los pescadores de Tonalá se encuentran en una seria crisis que parece no terminar y merma diariamente sus ingresos, provocando incluso que muchos busquen trabajar en otras actividades fuera del mar.
Leobardo Jiménez Mateos, pescador permisionario, explicó que algunas especies se encuentran en temporada de veda, como es el caso del camarón y hasta hace unos días el robalo, lo que dificulta lograr una buena producción.
Además de que por las lluvias que se han presentado en la zona alta del río Tonalá, este se encuentra lleno de barbasco, una especie de alga marina que se encuentra comúnmente en los pantanos y que es arrastrada por el río hacia el mar durante esta época del año.
Este barbasco ahuyenta a los peces de la costa dificultando más la actividad de casi 600 hombres quienes viven del mar, por este motivo muchos han decidido emplearse como obreros o albañiles en Agua Dulce.
Actualmente los hombres de mar han reportado haber obtenidos no más de diez kilos de pescado por jornada, lo cual no es suficiente para generar ingresos económicos para sus familias, pues también tienen que invertir en combustible.