Vecinos de calle Miguel Palacios no están de acuerdo en que se vuelva callejón comercial

La rehabilitación que el ayuntamiento de Xalapa realiza en la calle Miguel Palacios es evidente; sin embargo, algunos vecinos han mostrado molestias ya que ciertos empresarios se han acercado a ellos con la intención de alquilar sus propiedades con fines comerciales.

Los vecinos, cuyos nombres prefirieron omitir por cuestiones de seguridad, calificaron la decisión de cerrar la calle como unilateral, arbitraria y que no toma en cuenta la opinión de quienes han vivido ahí por alrededor de 70 años.

“Pretenden anteponer los intereses económicos de empresarios como de la propia autoridad al pretender convertirlo en un gran expendio de café y cerveza como en González Aparicio, donde se propicia el vicio”, señalaron los vecinos.

Incluso afirmaron que el propio ayuntamiento ha enviando a los empresarios que buscan sus viviendas para ocupar la calle con mesas, sillas y sombrillas.

“No alquilaremos porque perderíamos la tranquilidad; además quieren cerrar y dejarnos sin paso, no podremos utilizar nuestras cocheras, no podrían entrar los carros de servicios como el gas, muchos menos el de los bomberos, o alguna ambulancia, en caso de ser necesario.

Señalaron que incluso han intentado exponer su situación en un documento dirigido a la alcaldesa Elizabeth Morales; no obstante, no se los quieren recibir.

“Tiene alrededor de 30 firmas de los vecinos quienes manifestamos estar en desacuerdo que se den permisos de giros negros con venta de licor en esta calle”.

Como ejemplo, tomaron el caso del café que está en la esquina que lleva tres años y ha delimitado una vía pública como su explanada, “le hicieron ex profeso su explanada para que siga poniendo mesas y sillas con sombrillas, y se sabe que hasta barandal le van a poner”.

Señalaron que en el proyecto está incluida una fuente que cerraría el paso a los servicios.

“Las obras siempre han sido arbitrarias y para favorecer intereses de empresarios. Hoy suben la calle, los cual les agradecemos, pero no queremos que nos llenen de comercios con venta de café y alcohol. Las mismas autoridades propician el vicio”.

Los vecinos concluyeron diciendo que si la autoridad municipal se niega a dialogar podrían llegar a cerrar la calle para ser escuchados.