Velas al viento: despide Xalapa a su amada cadete América Yamileth

Al cumplirse siete días de su deceso, amigos, familiares y conocidos despidieron a la cadete América Yamileth Sánchez Hernández con una marcha pacífica que inició en el Monumento a la Madre, en Ávila Camacho, para terminar en la Plaza Lerdo de Xalapa.

Portando playeras blancas y fotografías de la tripulante del Buque Escuela Cuauhtémoc —fallecida el pasado sábado 17 tras el choque contra el puente de Brooklyn en Nueva York—, la familia de América caminó por el primer cuadro de la capital portando una sola consigna: “Siempre en nuestros corazones”, en memoria de la joven marinera y atleta xalapeña.

“Rumbo firme: honor por siempre” versaban los mensajes impresos en las camisetas con la fotografía de Yamilet portando el uniforme de gala de la Armada, mientras un sonido móvil reproducía la canción Velas al viento, de La Tripulación Récords, dedicada exclusivamente a los sobrevivientes del accidente del velero mexicano.



“Honor y gloria eterna a la cadete y al marino”, canta una de las estrofas de la composición que enaltece la memoria de la cadete, cuyos restos regresaron a Xalapa la madrugada del martes 20, siendo velados en la casa de sus padres, en la calle Manuel Olmos, colonia Emiliano Zapata.

En su recorrido del Monumento a la Madre al centro, el contingente vestido de blanco realizó el pase de lista, gritando al unísono el nombre y rango de la tripulante del Buque Escuela.

Rodolfo Hernández, tío de América, admitió que los primeros momentos tras el retorno de los restos de Yamilet a su hogar “fueron una locura” debido a la impresión causada por la noticia del accidente y fallecimiento de la joven.



“Desde el día que nos dieron la noticia, los vecinos fueron corriendo a ver qué había estado pasando, porque la verdad yo estaba en shock. Pero yo creo que gritamos, porque inmediatamente llegaron nuestros vecinos, con los que convivimos. Nos abrazaron, no nos dejaron solos y ahí estuvieron”, explicó.

Tras caminar sobre Viaducto, Zaragoza, Primo Verdad y Enríquez, la marcha se detuvo en Plaza Lerdo, al pie del Palacio de Gobierno, en donde entonaron el Himno Nacional y posteriormente guardaron un minuto de silencio por la cadete, para luego reanudar su camino rumbo al hogar paterno en la colonia Zapata, mismo que fue escenario de las despedidas a la joven.