Vergonzante que PRD muestre una dirigencia con rostro prehistórico y cavernícola

C. Director del periódico en línea Al Calor Político
Sr. Director:

Solicito hacer algunos comentarios sobre los hechos deleznables escenificados por las tribus del PRD, situación de interés público y que crea desequilibrios sociales.

Es vergonzante para al Sistema de Partidos Veracruzano y para el Sistema Electoral en general que un partido como el PRD, que presumiblemente aglutina a la izquierda pensante de la entidad, la que podría ser una alternativa de gobierno progresista; muestre a la sociedad una dirigencia estatal con un rostro prehistórico y cavernícola.

Es claro que los integrantes de la dirigencia y cuadros medios del PRD son personas sin perfil y formación política para la deliberación, se comportan como entes sin capacidad de argumentación que sólo responden a sus instintos, es una desgracia que no conozcan los ejemplos de personajes de la izquierda de Veracruz como Heberto Castillo, un hombre brillante, enérgico, crítico, demócrata, pero jamás violento.

Preocupa que este tipo de grupúsculos se enquisten en los partidos políticos en virtud de que utilizan recursos públicos para realizar sus actividades, aunque más aberrante es que se líen a golpes por el control de los mendrugos que ahora les dejan las prerrogativas de lo que queda del PRD.

Aunque la fase política se presta a suspicacias porque afloran diferencias desquiciantes, unos dicen que se deben aliar al PAN, otros que con Dante Delgado de Convergencia, me pregunto ¿Cuáles son las prioridades del PRD como partido? Su supervivencia en el escenario político estatal, defender las demandas populares, reivindicar los derechos civiles, o venderse al mejor postor como viles mercenarios y rebeldes sin causa.

Es lastimoso para la sociedad que un partido como el PRD se gaste el presupuesto para posicionar sus ambiciones personales. Que sirva de ring y cochinero para dirimir disputas personales que esencialmente no tienen que ver con el destino del PRD.

En general es aberrante que a los partidos políticos se integren huestes torpes con perfil de gavilla, que más adelante pasen a ocupar curules y se les llame representantes sociales, en definitiva algo está fallando en nuestro país y nuestro estado. Es muy lamentable.

Atentamente
Moisés Vergel S.