Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Viven xalapeños festejo glorioso por triunfo de México sobre Corea del Sur

Se congregaron en Plaza Lerdo en donde saltaron y cantaron a una sola voz el nombre del país

Ángel Camarillo Xalapa, Ver. 23/06/2018

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Escenario de un viacrucis social en los últimos doce años, la Plaza “Sebastián Lerdo de Tejada” protagonizó hoy un súbito Sábado de Gloria con el triunfo de dos goles a uno de México sobre Corea del Sur.

La plancha de Lucio y Enríquez, constante foro de reclamos, indignación y tristeza, desde temprano presumió victoriosa una marea verde, efusiva e imparable desde el minuto 25 del juego.

El tiro de Carlos Vela encendió a la plaza Lerdo, y a esa hora ya, hervía de sol, de calor, de hinchas repletos de furor y la barra poco a poco crecía para disfrutar la transmisión por cortesía de una radiodifusora.



Al 66’, Javier Hernández alimentó a las multitudes, y a pesar del obús coreano al 90, los soldados en casacas verdes no dudaron ni un segundo del resultado final.

Con el silbatazo del 95, Xalapa asemejó un eco de Rostov del Don, y cual grana, los de verde invadieron el adoquín de Enríquez para corear, saltar, cantar a una sola voz el nombre del país.

De pie sobre los diminutos bolardos, los asistentes ondeaban el lábaro comprado en la papelería más cercana para festejar con el grito de "¡olé-olé-olé!", y poco a poco, el canto del "Cielito Lindo" inundó por completo el primer cuadro.



"Ay, ay, ay, ¡Canta y no llores!" en tierra, y en el asfalto, los pocos automóviles acompañaban el festejo con pitidos, y pronto, de la nada, uno o dos agitadores incitaron a cerrar el tráfico.

Al punto, los policías de la Secretaría de Seguridad Pública se instalaron en Enríquez e inicialmente, exhibieron la primera tarjeta amarilla a los de verde a modo de no cerrar el tráfico en el Centro Histórico; obviamente, los hinchas le devolvieron el gesto a la policía con un "¡ehhh pu...!".

Y de manera similar a Rusia, el alcohol pronto corrió por la multitud y dos asistentes en Lerdo por poco y se lían a golpes; pero recordaron el 'fair play', y continuaron con los festejos en paz, en medio de los gritos de "¡beso, beso!" de los demás.