Xalapa, ciudad que recibe como pocas "la medicina de la música": Roko "Pachucote"

Durante la clausura del Festival Xalapa y su Cultura, cuarta edición de este evento impulsado por la Secretaría de Turismo del Estado con el que se busca poner en el foco nacional e internacional a las principales virtudes artísticas de esta capital del Estado, el icónico grupo La Maldita Vecindad cerró las actividades con un concierto que reunió a centenas de asistentes que llenaron a tope las inmediaciones del escenario montado en la pista anexa al Estadio Xalapeño "Heriberto Jara Corona".

En rueda de prensa previo a su participación, la banda de rock y ska encabezada por su cantante, Roko "Pachucote, expresaron lo emocionados que estaban por tocar en esta ciudad, pues a su decir el estado de Veracruz se ha caracterizado siempre por su alegría y particularmente Xalapa "es una ciudad que recibe como nadie la medicina de la música".

Asimismo, resaltaron que este concierto fue parte de la gira iniciada este año con La Maldita Vecindad celebra cuatro décadas de trayectoria, "40 años de fomentar la cultura de la paz a través del lenguaje universal que es la música".



Esta presentación estelar se hizo posible luego de que el festival Costa Esmeralda Fest cancelara sus actividades este año debido a las condiciones meteorológicas, donde el grupo estaba programado como plato fuerte y tras lo sucedido se decidió que en su lugar sería el encargado de concluir el evento de Xalapa y su Cultura.

En el concierto, llevado a cabo la noche del domingo 27 de octubre, el grupo fue recibido entre gritos y aplausos que no cedieron durante las casi dos horas de música, cuya presentación ofreció grandes clásicos del ska mexicano y algunas canciones nuevas que La Maldita recién estrena como parte de sus 40 años.

Sin importar el frío, el estruendo de los aplausos aumentaba a medida que las canciones pasaban, hasta cerrar el concierto entre miles de voces que cobraban al unísono la romántica "Kumbala", momento en que, como en complicidad con la noche, la luna ofreció un brillo especial que hizo entrar de lleno en el ritmo de un saxofón que erizó varias pieles.