Ya no pudo con el maltrato en Axtel; prefirió abandonar el trabajo a soportarlo

Señor Director, por obvias razones le pido mis datos no sean publicados.

Sólo quiero manifestar mi sentir ante la actitud que tienen en AXTEL hacia sus trabajadores, una empresa telefónica conocida.

Hace unos meses fui cambaceadora de dicha empresa, cuando entré me plantearon un panorama de buen ambiente pero las cosas fueron cambiando, el encargado de nosotros Jorge Ángel Chávez Marín se la pasaba gritándonos y era una tortura llegar cada mañana y tener que toparme con los gritos de ese señor, eso no ayuda a que los que buscamos tener un trabajo digno lo hagamos de manera productiva.

Hace poco una compañera presentó una queja ante conciliación por la conducta impropia del señor en mención., pero no sirvió de mucho porque la actitud continuó hasta que decidí salirme.

Es una pena que una empresa con futuro tenga personal que en nada ayuda, ¿acaso cree que con gritos y hablar mal de los demás las ventas se darán?.

Sin duda muchos de los que hay continúan es porque no saben donde más ir, el líder como le dicen que es otra figura en ventas, se la pasaba atendiendo asuntos personales más que a nosotros, la camioneta era o es usada para otros fines, menos para apoyarnos en nuestras visitas estoy segura que si hacen una visita los que hay trabajan dirán que todo marcha bien, pero como menciono arriba, no les queda más que callar o perder el trabajo.

En varias ocasiones, algunas compañeras terminaban llorando después del regaño matutino y aguantándonos el coraje teníamos que salir a ofrecer los diferentes servicios.

Mi afán no es desprestigiar a la empresa pues como tal se me hace la mejor opción en telefonía a pesar de sus fallas como cualquier otra, mi idea es que abran los ojos y se den cuenta que si de verdad quieren avanzar deberían cambiar el personal a cargo, pues quienes tenemos que aguantar los estados de ánimo para bien o para mal somos nosotros.

Gracias por la atención a este correo. Sólo espero que si esto es publicado no genere regaños a los que continúan y, de ser así, que también lo expresen porque nadie se merece que lo hagan menos.

Atentamente