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Sección: Estado de Veracruz

Zongolica es tradición y cultura, pero también sinónimo de marginación y pobreza

Sí hay riqueza, pero solamente en unas cuantas manos, porque en esta zona se palpa, se ve y se vive la marcada diferencia

Benito Ju?rez Ram?rez/Reportaje especial Zongolica, Ver. 01/02/2015

alcalorpolitico.com


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Zongolica, es sinónimo de tradición y cultura, pero también, llegar a esta localidad, se observa su marginación y pobreza.

Ahora que el gobierno municipal ha puesto marcha “jueves ciudadano”, es aprovechado para que cientos de personas lleguen de los lugares más recónditos a buscar ese apoyo, esa ayuda para sus comunidades; pero también, para cumplir con sus obligaciones, –el pago del impuesto predial-.

Su gente es comerciante por naturaleza, y este día, desde las 4 de la mañana salen de sus comunidades, cargados de esperanza de vender su producto y regresar a su pueblo con mercancía para subsistir en esas montañas, donde el frío impregna sus humildes viviendas.



Estos hombres y mujeres, llegan a la plaza cívica donde exponen sus productos del campo; otros comercializan herramientas, pero también llegan esos brujos charlatanes; que se aprovechan de la ignorancia para hacer su agosto.

En el caminar por esa extensa plaza que rodea el Palacio municipal, se pueden ver los tepejilotes, el frijol de enredadera, los chiles de cera, las flores típicas de la zona, como los alcatraces y otras.

Ofrecen sus frutas como la naranja, el plátano, la anona, el chayotextle, las calabazas, maíz y todo lo que produce esa cansada tierra, que ya no aguanta más.



En este día –“jueves ciudadano”- todavía se pueden observar esos hombres, pero sobre todo los ancianos, vestidos con sus camisas y calzones de manta. Las mujeres con sus típicas blusas floreadas, sus huipiles, sus faldas, sus enredos a la cintura, sus rebosos y sus largas trenzas con sus listones de colores; que contrasta con el paisaje de las altas montañas.

Los hombres, con sus calzones de manta, sus huaraches y otros descalzos, se cubren con su cobija; cargando su morral de ixtle, adentro llevan sus tortillas que traen para cuando les da hambre; ellos no gastan por gastar, dijo Ricardo Temoxtle.

Bernardina Tehuaxtle, una mujer de 84 años, que bajó de la comunidad de Zacatlaixco, con su rollito de flor de Alcatraces, mostraba su tristeza porque apenas había vendido 40 pesos y aún le queda otra parte.



Con problemas para expresarse en español, dijo que tiene que vender sus flores para ayudarse con su esposo, quien por problemas de reúmas ya no puede caminar para acompañarla y buscar vender esta flor que recolecta en el campo para subsistir.

Olvidados por sus hijos y por las autoridades municipales, esta anciana lucha por la vida, vendiendo flores, como otros que llegan desde comunidades muy lejanas a esta cabecera municipal.

Pero también llegan esos brujos charlatanes, que reúnen a muchas personas y con su labia, enganchan a la gente inocente para sacarles el dinero de lo poco vendieron, diciéndoles que están embrujados y así abusan de esta humilde gente de estas altas montañas.



Lo que se pudo observar, es que esta humilde gente, es cumplidora, porque a pesar de ser de escasos recursos, se forman y hacen largas filas para pagar su impuesto predial; lo que habla que esta gente es pobre pero responsable; ejemplo a seguir para muchos ciudadanos de las grandes ciudades, que evaden esta obligación; pero sí exigen mejores servicios.

En Zongolica también hay riqueza, pero esa riqueza está solamente en unas cuantas manos, porque aun cuando se habla que ha desaparecido el caciquismo, en esta zona se palpa, se ve y se vive; porque se observa esa marcada diferencia.

Sólo basta preguntar en manos de quién está el transporte, los pocos restaurantes, los beneficios de café y las tiendas de ropa y calzado. Los pobres más pobres y los ricos, más ricos. Esto es Zongolica.