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Columnas y artículos de opinión
Casa de Cultura en Atzalan
Helí Herrera Hernández
10 de octubre de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
Y allí estaban con cámaras y celulares en mano, pasando en sus camionetas cuatro por cuatro y en las patrullas municipales los funcionarios y elementos policíacos apuntando todo, tratando que no se escapara nadie de los que estaban atestiguando lo que ellos en ningún otro ayuntamiento del PRI y del PAN habían logrado >La inauguración de la Casa de la Cultura del municipio de Atzalan< que lucía pletórica, alegre, viva, porque hubo cientos de ciudadanos de esa ciudad y algunas congregaciones que la recibieron en ínfimas condiciones y en tan solo un mes la trasformaron y la dejaron lista para que el director del Instituto Veracruzano de la Cultura, el maestro Rodolfo Mendoza Rosendo cortara el listón y la declarara abierta para todo el público a las dieciséis horas con veintitrés minutos del sábado 8 de octubre, que quedará registrado para los anales de la historia.
 
Pero el trabajo comenzó desde temprano, muy temprano cuando militantes de Movimiento Ciudadano de esa ciudad y Altotonga llegaban a ella con sillas, con tablas, con viguetas, con clavos, con alambre recocido para armar el templete donde más tarde bailarían el ballet infantil y juvenil de la Casa de Cultura de Perote a cargo del profesor Juan Cabrera Hernández; del ballet del Tele-bachillerato de esa ciudad capital del cálate y sus exquisitas tortas secas y en caldillo, y del ballet del Colegio Altotonga A.C.

 
De pronto un aguacerazo que hizo que exclamaran “se los dije, los mentirólogos habían anunciado mal tiempo”. ¡Esto no servirá, no se podrá realizar el acto!; empero una voz sensata manifestó: “vamos a conseguir una lona y cubrimos toda el área porque de que inauguramos, inauguramos”, y así fue. Para las dos de la tarde que se soltó el segundo aguacerazo la lona ya había sido colocada por un ejército de militantes naranjas que no los espantó ni el frío ni los ríos de agua que pasaban porque la calle Palma, ésta inclinada. Con zapatos y pies empapados los camaradas seguían dándole el último toque al estrado y otros más lo adornaban.
 
Llego mojadísimo en ese momento el maestro de ceremonia oficial de todos los actos de Movimiento Ciudadano del IX Distrito Electoral de Perote don Rau Sayago, como un soldado que cumple órdenes quien durante toda la ceremonia hizo gala de sus extraordinarios dotes que como locutor profesional la experiencia le ha dado. ¡Estuvo brillante!, como no queriendo desentonar con lo perfecto que iba todo. De allí, cuando ya había amainado un poco el aguacero asomó Armando Méndez de la Luz con su sobrino solamente, sin seguridad, como un dirigente popular que se siente arropado con la gente en las calles. Saludó al maestro Oscar Hernández Beltrán subdirector de desarrollo cultural del IVEC, que con otros miembros de su oficina traían dos computadoras que donaban a la casa de Cultura de Atzalan y una buena dote de libros.
 
Para eso asomaban ya los artistas, buscaban dónde cambiarse, dónde maquillarse, dónde prepararse para hacer de su presentación un éxito como lo fue. El espacio les sobró porque la casa es grandísima, amplia y así, en un venir y salir de gentes cuando me asomé a la calle para ver si la lluvia no había espantado a los atzaltecos, grande fue mi sorpresa ver que faltaban sillas porque una multitud las había ocupado y fue en ese momento, 10 minutos antes de la hora señalada para el inicio de la ceremonia que arribó el director del IVEC saludando a todos y todas. Preguntaba por Méndez de la Luz, por la familia Melgarejo y alguien lo condujo a donde se encontraba una exposición de fotografías de la vida del profesor José Luís Melgarejo Hernández, cuyo nombre adoptó la casa. Se saludaron afectuosamente y sin más deciden iniciar el acto protocolario.

 
Y como la invitación decía que la bienvenida corría a cargo de la autoridad municipal lo primero que preguntaron los invitados es ¿Dónde está el alcalde o el síndico? ¿Por qué no vinieron? Y no faltó quien, de entre los asistentes gritara que “porque no saben qué son las Casas de la Cultura y/o que no querían hacerle el caldo gordo a don Luis Melgarejo Falconi y a Gustavo”, su hijo, porque le dan un sesgo político a lo que estos hombres están haciendo. Total que la inauguración estuvo cargada de mucha emoción y sensibilidad del maestro Rodolfo: la pasión fue puesta por el primer artista, el cantautor Miguel Zenteno que es decimista y trovador, y la alegría y precisión por los bailarines que se ganaron el aplauso de la concurrencia.  
 
A las 18 horas en punto terminó la ceremonia y la familia Melgarejo inició una verbena popular con unos riquísimos tamales. La gente veía con incredulidad el enorme edificio que alberga la casa de la Cultura profesor José Luis Melgarejo Hernández. No daban crédito a que en tan sólo 4 meses el compromiso asumido por el candidato a gobernador Armando Méndez de la Luz había cumplido con la promesa hecha el 25 de mayo y sin embargo allí estaba majestuosa, invitando a niños, jóvenes y adultos a visitarla, a integrarse a las diferentes actividades educativas y culturales que se realizaran.  
 
Mientras, afuera, allí seguían, dando vueltas los miembros de la CIA atzalteca, sacando fotos, apuntando todo, preguntando a la concurrencia los nombres de los invitados porque tenían que dar todos esos datos al Alcalde ¿para qué?, sólo él lo sabe, pero creo que hubiera sido más fácil para él tomar todos esos datos que mandó a investigar si hubiera asistido a la magna ceremonia pero... la cultura es otra cosa, y quizás por ello, la enorme mayoría de los asistentes eran maestros, profesionistas y jóvenes estudiantes.

 
La palabra honrada se yergue en la esquina que forman las calles doctor Daniel Guzmán y Palma. Ahora, como lo dijera el director del IVEC dependerá de su patronato-directiva que cumpla con sus funciones. Estoy consciente de lo difícil que será para ellos lograrlo no sólo por la manutención, sino porque los enemigos emboscados de ella que son los primeros obligados en apoyarla económicamente, andan planeando cómo destruirla, cómo desaparecerla, porque para muchos funcionarios de mente estrecha y oscurantista la cultura y la educación son sus peores enemigos para seguir expoliando material y espiritualmente a hombres y mujeres ignorantes. La misión es, para los encargados de la casa de la cultura Luis Melgarejo Hernández derrotarlos, consolidar lo que las autoridades municipales del pasado siglo y de este no pudieron conseguir, o no quisieron construir.
 
Y así, mientras la noche caía y nos envolvía en medio del jolgorio y la alegría provocada por el deber cumplido, la camioneta negra y dos patrullas municipales hacían su enésima aparición, con las cámaras y los celulares en la mano, inquietos, buscando detalles, preguntando a los que allí departíamos si también iba a ver en la casa de la cultura profesor Luis Melgarejo Hernández clases de salsa, porque fuera de servicio quieren ir a aprender, entendiendo en ese momento las vueltas y vueltas que ellos dieron ¡Bienvenidos los primeros alumnos!