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Columnas y artículos de opinión
El Estado soy yo
Helí Herrera Hernández
26 de febrero de 2024
alcalorpolitico.com

Por Helí Herrera Hernández

Solo faltaba que lo confesara en público.

Aunque era un secreto a voces, donde varios personajes cercanos a don Andrés comentaban, a su círculo cercano de colaboradores, que el presidente era un autócrata, el resto de los y las mexicanas veíamos la descomposición del personaje de marras, por sus actitudes y determinaciones.


Estoy convencido que después del fraude electoral de 2006, donde abrazo que el gobierno federal, en contubernio con las autoridades electorales de esa época, le hicieron un fraude al pueblo de México, evitando que AMLO fuera presidente, el de Macuspana empezó a perder el sentido de lo que es el poder público, para qué lo busca uno, y que, de conseguirlo, cómo debe utilizarlo para el bien común el que lo detenta.

Viven muchos políticos de distintos partidos políticos a quienes les comenté, pasada la elección de 2012, que López Obrador había perdido la brújula, y que hasta allí llegaba yo con él. Todo lo que ha hecho después de esa fecha, primordialmente después de que triunfa en 2018 con más de 30 millones de votos, viene a corroborar lo que ya he escrito en varias entregas a este medio de comunicación: El Andrés Manuel del 2000 y 2006 se extravió desde 2012, y enloqueció con el poder en 2018.

Allí está lo que acaba de manifestar en vivo, en la mañanera del viernes 23: por encima de la ley, ESTOY YO, saliéndole el Luis XIV que llevaba adentro, cuando el monarca francés afirmaba que el Estado era él.


Independientemente del Estado republicano que somos, y de que perviven los tres poderes, la verdad es que, hasta el momento, al Legislativo lo tiene controlado y acosa, un día sí y al otro también al Judicial, queriéndolo someter a su autoridad, como ya todos los hemos visto, tanto los suyos (amlovers), como los extraños.

"A mí no vengan con ese cuento de que la ley es la ley" o esta otra "Al diablo con las instituciones".

A confesión de parte, relevo de pruebas, dirían los abogados, después de escucharlo en la mañanera del viernes: -me importa un comino lo que digan las leyes, porque por encima de ellas, ESTOY YO-.


¡Ufffff! de ese pelo la sentencia amloista frente a los periodistas y frente al pueblo de México que seguía la transmisión!

Si al ataúd le faltaba algo, pues aquí está. A escasos 7 meses de que deje el fuero y el poder, don Andrés empezó a escribir su propio epitafio, porque no tengo ya duda alguna, después de tanta polvareda que ha levantado en las últimas semanas, que su destino ya está marcado.

¡Se le acabo su mundo de colores!


El tiempo y la historia, que son inseparables, le tienen un lugar muy especial dentro de aquellos presidentes que fueron una farsa. Con alguno de esos, a los que acusaba don Andrés de corruptos y ladrones, competirá el que afirmaba quererse parecer a don Benito Juárez García, y termino emulando al francés Luis XIV.