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Columnas y artículos de opinión
¿Quién pompo Lady Mansiones?
Helí Herrera Hernández
15 de abril de 2024
alcalorpolitico.com
Será celebre para Veracruz la mañanera del viernes 12, cuando el presidente López Obrador, haciendo referencia a la corrupción, volvió a cantar la canción de Chico Che, su paisano, que la hizo famosa cada que se refería a los funcionarios prianistas que se han enriquecido a su paso por la función pública.

Solo que ahora, le hizo unos agregados a esa tropical melodía, cantando ¿Departamentito...? ¿quién pompo? ¿Yatecito...? ¿quién pompo?, ¿Casita... ¿quién pompo?

¡Que lo entienda, quien lo tenga que entender! Diría él, porque yo, consultando con un morenista veracruzano, cercano al ejecutivo federal, me ratificó que lleva clara dedicatoria a la candidata de la coalición juntos hacemos historia Roció Nahle, quien me agregó: "El líder esta más que ofuscado por las mansiones que le están apareciendo al clan Nahle-Peña".


Y cómo no, si cada quince días le están descubriendo palacetes a la ya famosa candidata a gobernadora, y no de las que son del INFONAVIT, sino de decenas de millones de pesos, que ni sumadas las pensiones mal habidas de su esposo de toda la vida, ni las de ella, alcanzan para justificar más que su residencia de Coatzacoalcos, pero nunca la de Villahermosa, Tabasco; el departamento de 28 millones de pesos en Monterrey, Nuevo león; y mucho menos la mansión del Dorado en Boca del Río, de casi 50 millones de pesos.

Más las que le acumule el empresario Arturo Castagné Couturier en las próximas semanas, por lo que resta de su campaña.

Hoy podemos afirmar que Rocío Nahle es conocida en todo el país, no por ser candidata a la gubernatura de Veracruz, ni por sus propuestas (como la camionetita que repartirá medicinas, como las de Bimbo y Coca-Cola, por todo el estado de Veracruz, a la que me referiré en otra entrega por la excelsa vacilada que es), sino por la acaudalada riqueza que de 2018 para acá ha obtenido, con dinero ilícito, mal habido, porque con lo de sus salarios: imposible, nomás no se justifica.


De allí que el del pañuelito blanco, ese que iba acabar con la corrupción en su gobierno, barriendo las escaleras de arriba hacia abajo, le haya dedicado, como los buenos locutores, su canción el pasado viernes: ¿Departamentito... quién Pompo?, ¿Yatecito...? ¿quién pompo?, ¿Casitas...? ¿quién pompo?

Pobre, porque si asiste a los debates, le va a llover sobre mojado.

¡Su suerte... está echada!