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Columnas y artículos de opinión
Pedimos pan, y no nos dan
Helí Herrera Hernández
24 de noviembre de 2014
alcalorpolitico.com
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Les juro que siempre me levanto pensando que a partir del nuevo día, ya no le puede ir tan mal a México y los mexicanos, dado que los días anteriores, los meses anteriores, los años anteriores y las décadas anteriores nos ha ido como vulgarmente decimos: como en feria.
 
Me levanto, trato de ser positivo y olvidarme de las pesadillas de la noche con la firme convicción que a partir de este día, le puedo conceder el beneficio de la duda a los políticos que llevan las riendas del país, y creerles una décima parte de sus promesas pensando, en serio, que las cosas van a mejorar.
 

Y así, llego a los domingos y cuando me siento frente a la computadora para iniciar mi artículo semanal para todos los medios que me hacen el favor de incluirlos en sus portales electrónicos, en las lecturas en los noticiarios de televisión por cable, en las radiodifusoras y en las secciones editoriales de los periódicos y busco y rebusco algo que pueda servirme para decirle a los pocos o muchos que me escuchan y leen que México tiene una esperanza de paz, desarrollo y progreso, no encuentro una sola nota que me haga ver en el futuro cercano un alivio para las desgracias que vivimos más de 80 millones de compatriotas, y es cuando reflexiono y me pregunto en voz alta ¿qué les pasa al Presidente de la República, a los miembros de su gabinete, a los senadores, a los diputados, a los gobernadores y presidentes municipales que como candidatos nos pintan un México pujante, que generara bienestar, y ya como funcionarios todas sus políticas públicas lo único que producen son pobreza, miseria, inseguridad, desempleo y lo peor, que nos cortan el sueño y la ilusión de una vida digna y una mejor nación.
 
¡Ya más mal, ya no nos puede ir! me levanto pensando y zas, que cuando abre uno el periódico o prende uno la televisión, empezamos con la misma película de terror que llevamos años viviendo, y en la que la inmensa mayoría de los mexicanos hemos sido víctimas.
 
Les juro que quisiera escribir esperanzas, buenos augurios, hechos que le deparen felicidad a todos mis compatriotas y, que a mi mismo me genere un halo de paz, de tranquilidad y de alegría pero no, y se viene el recuento de los daños ya no de la semana sino del día, y allí voy, otra vez, deslizando mis dedos por el tablero de la computadora transmitiendo lo que el pensamiento dicta, que no es otra cosa que el cúmulo de malos pensamientos para próximos días, meses y años, generándome repugnancia la desfachatez con que la primera dama se expresa en el canal de las estrellas, como si fuera una telenovela más, cuyo titulo sería: ustedes los jodidos y yo la millonaria.
 

¿Cuántos millones de mexicanos no han trabajado 25 años, sino toda su vida y siguen pagando renta, porque no tienen dinero para una casa aunque fuera de interés social?
 
Las declaraciones de la señora Rivera han generado tal enojo, que cientos de actores, actrices, cantantes de dentro y fuera de México han expresado tajantemente a los medios de comunicación su repulsa al tráfico de influencias que la pareja presidencial realiza con las constructoras a las que les dan obras, cuando sus gobernados piden pan y no les dan. Piden paz y no les dan, piden empleo y no les dan, piden hospitales, médicos, medicinas y no les dan, piden educación de calidad para sus hijos y no les dan.
 
¡Una casa de 90 millones de pesos producto de 25 años de trabajo en Televisa, más departamento en Miami, más casa no sé en dónde poque ya no le escuché bien dado que ya estaba enojada la señora, más joyas, más ropa de marcas prohibidas y/o desconocidas para la clase media y pobre, más dinero en cuentas bancarias! Caray, como dijera Thalía, Verónica Castro y Lucerito con más años en esa televisora ¡ni yo!, y eso que ganaban más por ser cantantes.
 

La casita blanca de las Lomas ha generado comentarios hasta de artistas de Holywood, donde se gana en dólares, precisando que ni ellos tienen esas propiedades, lo que da una idea del tamaño de la mentira tanto de Televisa (que gurda silencio sepulcral), como de la señora Rivera, como de la institución denominada Presidencia de la República y su titular, quien se muestra indignado y amenazante.
 
Y así, mientras el escándalo sigue y sigue ya el Banco de México anunció que se reduce la tasa de crecimiento de la economía mexicana que tenían prevista para el año 2014, al pasar de 2.8 a 2.5, que se traducirá en más pobreza económica, alimentaria y de salud para 100 millones de mexicanos, y todo por no trabajar 25 años de su vida como la primera dama.
 
Termino este artículo para no amargarlos más, comentando el argumento que estos políticos neoliberales llevan años afirmándolo, respecto al por qué no pueden bajar los precios de las gasolinas en el país (a pesar de haberlo prometido en campaña): “México es una nación que importa las gasolinas de Estados Unidos, que al comprar los barriles de petróleo a más de cien dólares, hace imposible reducir los precios de los combustibles””. Por eso los han venido subiendo tanto los panistas Fox-Calderón, como el priísta Peña Nieto. Entonces ¿Por qué ahora que ya están en 70 dólares cada barril de petróleo, y que ha hecho bajar los precios del diesel y las gasolinas en los Estados Unidos, no nos bajan los precios de éstas, dado que las importan-compran a menor costo de allá?
 

Otra incongruencia más de la clase política gobernante, y que nosotros, los de apie, por no tener 25 años de trabajo, ser jodidos y no trabajar en Televisa, no podemos explicarnos por ser, además, tontos.