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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

“Apuntes para una ética del profesor universitario” [II]

Salvador Martínez y Martínez 28/05/2025

alcalorpolitico.com

En el escrito de la semana pasada decíamos que el artículo Apuntes para una ética del profesor universitario de Begoña Román Maestre es extenso y optamos por presentarlo en dos partes, pero lo interesante es que empleamos una síntesis construida por la inteligencia artificial. Hoy presentamos la segunda parte:

La formación integral del alumno implica no solo la adquisición de conocimientos técnicos, sino también el desarrollo de su moral personal y profesional. La Universidad debe preparar a los estudiantes para enfrentar los retos del futuro.

La moral del estudiante es inseparable de su moral personal y debe ser fomentada por la Universidad. Los profesores deben educar en una tradición profesional y fomentar la innovación. La formación debe incluir la capacidad de trabajar en organizaciones y adaptarse a entornos competitivos. La Universidad debe ofrecer programas de reciclaje y formación continua para los alumnos.



El profesor universitario tiene la responsabilidad de integrar su moral personal, profesional y organizativa en su labor docente. Esta integración es crucial para formar estudiantes que sean éticamente responsables.

La moral personal del profesor no puede ser separada de su labor docente. Los profesores deben ser modelos a seguir y asumir su rol como formadores. La experiencia docente debe incluir reflexión crítica y diálogo con la comunidad universitaria. La vocación y el compromiso con la enseñanza son esenciales para el desarrollo de los alumnos.

La Universidad debe mantener una conexión activa con la sociedad para cumplir su misión de formar profesionales y orientar la opinión pública. Esta relación es vital para el progreso social y la búsqueda de la verdad.



La Universidad debe adaptarse a las necesidades de la sociedad sin comprometer la calidad educativa. La calidad docente no debe medirse solo por la satisfacción del "cliente", sino por el impacto en la sociedad. La investigación y la docencia deben ser imparciales y no estar subordinadas a intereses empresariales o políticos. La Universidad tiene el deber de divulgar conocimiento y ser accesible al público.





Los criterios éticos son fundamentales para evaluar la actuación del docente universitario y su contribución al progreso y la verdad. Estos criterios deben guiar la práctica docente y la investigación.

El progreso debe ser entendido en términos de adaptación y respuesta a nuevos retos. La adecuación a las finalidades legitimadoras es esencial para la calidad educativa. La relación con el mundo político y empresarial debe ser equilibrada para mantener la autonomía universitaria. La búsqueda de la verdad y la justicia debe ser el objetivo central de la labor docente.

Reflexión. En nuestro enfoque falta una nota: La moral de las profesiones jurídicas. Antonio Peinador Navarro, en su Tratado de Moral Profesional, explica:



“Podemos distinguir en estas profesiones dos grandes agrupaciones: una, a la que pertenecen aquellas profesiones jurídicas de tipo administrativo: notarios, registradores, secretarios; otra, en la que debemos encerrar las de tipo coactivo, como son las de jueces, fiscales, abogados, procuradores.”

Y, el autor citado agrega:

“Estos dos grandes grupos convienen entre sí en que sirven a la sociedad, ayudando directamente al cumplimiento o aplicación de la ley. Se distinguen en que las unas -las de tipo administrativo- procuran la existencia y el mantenimiento de los derechos del ciudadano dentro de una legalidad legítimamente constituida; las otras en cambio, de tipo coactivo, velan por la eficacia de esa legalidad o la restituyen allí en donde la malicia o la torpeza de los hombres la haya destruido.”



Teniendo en cuenta estas dos diversas maneras de actuación de las profesiones jurídicas, el autor mencionado afirma:

“expondremos las finalidades de ellas. Los deberes profesionales de las mismas, acabando por apuntar y resolver, en una casuística aplicada, los principales problemas de orden moral a que el ejercicio de estas profesiones suele dar lugar.”

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