“No quiero ser una más”, exclamó María Cristina Pacheco, la mujer agredida a machetazos el pasado 24 de junio afuera de su casa en la colonia Los Volcanes, de la ciudad de Veracruz.
Ese día, un pleito vecinal por las heces de la mascota de Cristina detonó lo que define como lo peor que le ha pasado, porque la intención –asegura– era asesinarla. “Quiero que se haga justicia, no quiero ser una más que aparezca en una bolsa, no quiero ser una más”, dijo entre el llanto.
Uriel “N”, a quien nunca había visto, estaba en la casa de su vecina, con quien Cristina inició una discusión tras sacar a su perro, de raza pastor alemán, al área común. La disputa verbal se elevó de tono y llevó a que el hombre la atacara con un machete. En el incidente, Melanie, hija de Cristina, también resultó lesionada. “Tengo reacciones encontradas, no quiero que él salga libre. Temo por mi vida, por mi hija, mi mamá, por todos, porque me amenazó de muerte”, dijo.
Han pasado 3 días del ataque. Presentaron 2 denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE): la primera, interpuesta por Melanie por lesiones; y la de Cristina, por feminicidio en grado de tentativa. No han recibido información sobre el proceso ni sobre la situación legal de Uriel “N”, quien fue detenido el mismo día de los hechos. Reclaman a la FGE que no han tenido acceso ni siquiera al número de carpeta de investigación y temen que no haya justicia. “Yo ya presenté la denuncia y no están haciendo nada. Temo por mi vida, ellos han estado amenazando, va gente a amedrentarme, van con moto. Yo tengo miedo, temo por mi vida, yo no quiero aparecer muerta”.
Desconcertadas porque a pesar de ser víctimas no han recibido atención de las autoridades, les han llegado rumores de que Uriel “N” saldrá libre. “Yo no sé cómo están tratando esto, pero me dijeron que lo van a dejar libre. No han metido mi denuncia. Está turbio”.
La mujer, de 53 años, quien dice tener un padecimiento en el corazón y haber sufrido una embolia cerebral, resultó con golpes en la cabeza y lesiones en brazos y piernas. Sostiene que su vecina también es responsable de la agresión. Hasta el momento no hay cargos en su contra; incluso, asegura desconocer su nombre. Sólo sabe que desde hace varios meses han tenido peleas por la mascota. “Ella sacó una macana y me quería golpear y me mentó mi madre. Me dijo muchas cosas horribles y en un momento de ofuscación me quería golpear. Yo reconozco, tenía la bolsa del popó y se la aventé en la ventana. Me fue a meter a mi casa y me dijo: ‘Vas a ver ahorita lo que te va a pasar’”, agregó. Ambas mujeres continúan recuperándose, pero temen por su integridad porque viven junto a sus agresores.