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Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio Ciudadano

¡Hay que actuar, para transformar!

Jorge E. Lara de la Fraga 30/04/2013

alcalorpolitico.com

“El desencanto se respira en los lugares donde antes aplaudimos la supuesta transición y ahora padecemos la violencia…”

Algo tenemos que hacer, cada quien desde su trinchera existencial, desde su espacio laboral - profesional; no es posible cruzarnos de brazos y observar de manera displicente cómo se derrumba ante nosotros el otrora denominado “milagro mexicano”. Estoy a favor de las acciones propositivas, de comportamientos constructivos, de configurar equipos humanos y proyectos que nos permitan enderezar el rumbo nacional. “Todos los días leemos una crónica de catástrofes; una crónica de corruptelas; una crónica de impunidades; una crónica de personajes demasiado pequeños para el gran país que habitan…”. Para nada coincido con los pesimistas que consideran ya todo perdido y suponen que de nada valen los encomiables esfuerzos. Habrá que recordarles a esos apáticos, a esos indiferentes, a tales entes comodinos o a los que no quieren comprometerse, que nuestra historia está llena de ejemplos brillantes donde a veces un pequeño puñado de soñadores lograron empujar la rueda hacia adelante y que con su entrega estimularon a los demás para seguir la lucha reivindicatoria.



En ese orden de ideas y ante el divorcio de la clase política con respecto a la problemática existente del pueblo, es necesario hacer valer la fuerza de la ciudadanía e indicarles a esos pseudo – representantes populares que estamos hartos de su irresponsabilidad, de su ineficiencia y de sus conductas innobles, que no deseamos que nos representen porque se han convertido en instrumentos de los magnates y de los grupos fácticos que dominan el escenario económico y político. Hace poco leí lo siguiente: “El desfase entre la élite política – empeñada en proyectar una imagen de normalidad institucional - y la inconformidad amplia y creciente da cuenta, en suma, de la crisis de representatividad que arrastran las instituciones del Estado y expone las severas limitaciones de los partidos políticos para cumplir con su papel…”

En mi carácter de ciudadano y como responsable de una familia, me comprometo seriamente ante ustedes y les prometo que seguiré señalando las fallas y omisiones del sistema gobernante, que estaré muy pendiente de lo que ocurra con relación a ese escándalo de los audiovisuales de Boca del Río, Ver., donde a todas luces se hace evidente un suceso de delincuencia electoral. Asimismo, enfocaré mi atención en lo que concierte al respeto a los derechos civiles de mis conciudadanos y me opondré a toda acción que lesione u obstaculice la libertad de expresión; defenderé también el derecho a sufragar de manera autónoma. Estaré siempre al lado de los que nos son oídos ni escuchados, de los que son discriminados por su condición económica, por su ignorancia, sus creencias o preferencias sexuales. En síntesis, seré un irreverente cívico ante el poder constituido y no permitiré que me compren, corrompan o controlen con dádivas o con amenazas.

Sin que llegue la sangre al río o que me enlisten en la “nómina negra”, desde ahora me embarco en mis primeros retos o compromisos, de cara a los comicios locales electorales del mes de julio: Estaré muy atento para denunciar las mapacherías electorales y todo aquello que lesione al proceso democrático veracruzano; analizaré con cuidado a los candidatos de los diferentes partidos para proceder en consecuencia, me percataré e investigaré sobre el origen y los propósitos de cada uno de ellos; en ese tenor, le haré un marcaje personal a la presidenta municipal, a los diputados de mi distrito y al mismo gobernador, a fin de que actúen con transparencia y con altura de miras, que para nada se inmiscuyan turbiamente en ese ejercicio ciudadano y se aboquen a cumplir con sus respectivas responsabilidades. Asimismo, respaldaré todo movimiento social legítimo y justo que luche por mejorar las cosas y por hacer realidad, entre otras cosas, la democracia participativa. No hay de otra, no se vale permanecer estáticos; el cambio lo debemos hacer todos, con esfuerzos individuales y colectivos, de manera organizada. México lo demanda urgentemente.