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Sección: Estado de Veracruz

“Medalla al Mérito Ciudadano” de Tlacotalpan 2013 para el bailarín Ernesto Luna Ramírez

La ceremonia de entrega será el 31 de enero durante la fiesta de La Candelaria

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 23/01/2013

alcalorpolitico.com


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Este año el Gobierno estatal a través del Instituto Veracruzano de la Cultura y el ayuntamiento de Tlacotalpan, entregarán la Medalla al Mérito Ciudadano al bailarín y coreógrafo, Ernesto Luna Ramírez, quien se ha destacado por su contribución a preservar la cultura, folclor y tradición de su pueblo.

“El arte se difunde, el arte es como el agua, el arte fluye; yo soy el agua, el agua que fluye en las piedras, en los mares, en los ríos, en los árboles; en las plantas de los zapatos, de esos pies descalzos que ahorita traje a mi mente y mis recuerdos”, señaló Luna.

En conferencia de prensa, Alejandro Mariano Pérez, director general del IVEC, acompañado del alcalde de Tlacotalpan, Hilario Villegas Sosa, informó que la ceremonia de entrega será el 31 de enero en la Sala de Cabildo del Palacio Municipal, durante el marco de la celebración de las fiestas de La Candelaria, en Tlacotalpan.

Visiblemente emocionado, al grado de llegar a las lágrimas, Luna recordó cuando dio sus primeros pasos de Fandango y recordó a sus padres, quienes a sus 25 hijos les inculcaron el gusto por el arte.

Zapatear descalzo

“Soy de una ranchería que se llama Casas Viejas, donde di mis primeros zapateos en el polvo, en el lodo, descalzo. Con un padre que tocaba a la orilla del río su requinto y con muchos hermanos, porque somos 25. Todos tocados por el arte, todos influenciados por el sonido de un requinto, por el sonido de los pies de mamá Elena, de los hermanos, de las tías, de las abuelas”.

A los 16 años, se enteró que en Xalapa había una compañía de danza folclórica donde él quería seguir su sueño de ser bailarín profesional. Se acercó a su madre y le expresó su deseo de mudarse.

“Mi madre no me contestó. Abrió su monedero. Sacó un billete de 50 pesos, en el año 78 era un dineral y lo único que me dijo fue -toma, que Dios te acompañe hijo-. Al otro día fui al ADO a tomar mi camión, llegué a Xalapa, no sabía dónde, busqué dónde hospedarme”.

Ese día se fue al Teatro del Estado donde realizó su audición para ingresar a la compañía. A las 6 de la tarde, le informaron que había obtenido una beca para la Universidad Veracruzana que al día siguiente podía cobrar.

“Feliz de la vida desde entonces no paro. Desde entonces continúo. Siempre he tenido en mi corazón a mi familia, ami esposa, a mi hija,que siempre han estado conmigo en este camino de la danza, del arte.

Siempre mi base, mi casa de aterrizar, siempre ha sido Tlacotalpan”.

Carácter de la tierra

Recordó que la vida en la ranchería es difícil, más cuando se trabaja en el campo; sin embargo, es de ahí donde trae lo que es. Esa fortaleza, carácter, coraje, humildad.

“Si bien aprendí a cortar la caña en época de zafra, caña quemada que te quema el hombro. Que te chorrea la miel por la espalda a 40 grados de temperatura. Si bien aprendí a zapatear, a tocar instrumentos, a decirle algo bonito a la mujer, a la vida, al ser humano. Gracias realmente por este reconocimiento y gracias a todos ustedes, realmente es un honor para mí”.

Para Luna, el haber vivido en el campo, forjó su sentido de solidaridad, tal y como lo ha demostrado en innumerables ocasiones. La más significativa cuandose enteró dela inundación de Tlacotalpan.

Refirió que en el campo, las familias son empresas donde todos trabajan. La gente en la ranchería

se apoyacuando hay desgracias; aunque no sean de la familia. Siempre hay manos que tender a quienes caen.

Solidaridad y entrega

Cuando se enteraron de la inundación de Tlacotalpan en 2010, salieron a las calles, con sus contactos, para buscar ayuda de sus amigos.

“Creamos mecanismos para traernos a los grupos que estaban en desgracia como Candela, Estanzuela, el grupo de don Andrés Vega, Mono Blanco, todas estas familias que hacen el arte. Los trajimos a Xalapa para que la gente nos apoyara”.

Con eventos en los centros y espacios culturales de Xalapa, se logró llamar la atención de la gente para que pudieran ofrecer su ayuda.

“Creo que el corazón de mi padre y de mi madre, que nos dieron esa forma de vida; ellos no tuvieron estudios. Mi madre estudió hasta 2º de primaria y mi padre no estudió, pero ese gran corazón que les dio Dios nos lo heredaron a todos”, concluyó.