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Sección: V?a Correo Electr?nico

Mutatis mutandis

Bajan remesas; crecen pobrezas

Honor a quien honor merece

Rafael Arias Hern?ndez 03/04/2013

alcalorpolitico.com

Hay que insistir y repetir. En este país, la real realidad es que el programa más importante de combate a la pobreza, es el de los mexicanos expulsados, exportados o simples migrantes que, con sus remesas y otras formas de apoyo familiar y comunitario, sostienen el más grande esfuerzo de pobres que verdaderamente ayudan y apoyan a pobres.

EL OTRO COMBATE A LA POBREZA

Año tras año, la evidencia se repite, simplemente es la segunda fuente de ingresos de la economía nacional. Y el principal sostén para millones de mexicanos.

México es el primer receptor de remesas en América Latina, tercero a nivel mundial después de la India y China.

En EEUU la población mexicana ya asciende a 32 millones de personas, de las que 12 millones nacieron en México, 59 % son indocumentados, 45 % son mujeres 6 % son menores de 15 años de edad.

Según el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, del Gobierno Federal mexicano, es una prioridad lograr que los connacionales en el extranjero, principalmente en EEUU, tengan acceso a servicios financieros accesibles y de calidad, toda vez que así, se evitan robos, exagerados cobros al migrante y se le ofrece la posibilidad, entre otros servicios, de enviar dinero a menor costo, tener acceso a crédito y ahorro.

Imparable, las preguntas se repiten en todas partes:
¿Qué hacen los gobiernos estatales para identificar y apoyar a estos “héroes obligados o anónimos” y a sus familias que aquí les esperan? ¿Qué hacen frente a este indiscutible y ejemplar esfuerzo individual y social, pero no gubernamental?
El silencio, el desinterés o la simulación tienen sus conocidas y repetidas respuestas.

Según el mismo Instituto, “las remesas juegan un papel fundamental para la economía mexicana en tanto son la principal fuente de ingreso para más de un millón de familias mexicanas que utilizan dichos flujos para consumo básico. Conforme a datos del estudio “Las Remesas Familiares en México” publicado en febrero de 2009 por el Banco de México, 86.4% de las remesas se utiliza para la manutención de la familia”.

Qué mayor demostración de su voluntad de superación personal y de compromiso social, que sostener su gran y efectivo combate a la pobreza.

Combate cotidiano y en todos los frentes. Sin rollos, ni discursos. Sin costosos e inútiles actos faraónicos, promociones de auto adulación y triunfalismos fantásticos.

Sin costosa e ineficiente burocracia. Sin manipulación, ni condicionamiento electoral, político o clientelar.

A pesar de todo y de muchos, el apoyo fluye y se hace efectivo, en el otro combate a la pobreza. El de los excluidos, los que no tuvieron oportunidad y se vieron obligados a partir, a vivir lejos de lo suyo y de los suyos. Pero aquí están, al pie de la raya.

Y eso que según un reciente estudio del Banco español BBVA, los mexicanos tienen los niveles más bajos de escolaridad y de ingresos respecto a inmigrantes de otras nacionalidades a EEUU…” Se calcula que alrededor de 12 millones de mexicanos viven en EEUU, la mitad de ellos indocumentados, sin contar a sus descendientes nacidos en territorio estadounidense. (EFE. 051212).

Desde 1990 las remesas habían tenido un incremento sostenido, alcanzando como pico histórico 2007 con poco más de 26,000 millones de dólares.

Sin embargo, en gran parte como consecuencia de la crisis de 2008, México registró un importante descenso llegando en 2009 a poco más de 21,000 millones de dólares.

Sólo habría que recordar, con datos del Banco de México, que en el año 2000, se recibían poco mas de 6,500 millones; y para el 2002, poco mas de 9,800 millones de dólares. Incluso, la remesa promedio anual bajó 8.4% (de 346 dólares en 2008 a 317 dólares en 2009).

¿NO PASA NADA, TODO VA BIEN?

En unos estados más que en otros, pero sin duda el esfuerzo está presente en todo el país, como una prueba del fracaso o insuficiencia de las políticas gubernamentales federales, estatales y municipales, de fomento económico, empleo e ingresos; y también, como una amplia y permanente demostración de trabajo y esfuerzo, de responsabilidad y solidaridad, de los pobres que se tuvieron que ir del país, porque aquí no se les pudo ofrecer oportunidad, empleo y salarios dignos, esos ausentes están presentes con su apoyo y envío permanente de remesas.

Ante esta evidencia incuestionable, qué pueden decir los teóricos y los responsables de las políticas gubernamentales federales y estatales que, al fracasar parcial o totalmente, han propiciado o facilitado la expulsión de millones de mexicanos, dividido sus familias y obligado a ambos, a innumerables limitaciones y sacrificios.

¿En dónde está la responsabilidad y la eficiencia gubernamental, de disminución y combate a la pobreza?

¿Y el discurso gubernamental de vamos bien, que han dado como resultado más pobreza y endeudamiento?

El problema es que en el ámbito nacional, como es su tendencia, se ha observado una caída ya que se reduce la proporción de hogares mexicanos que reciben remesas. Caída que va del 4.3 por ciento que recibía en el 2000, al 3.6% que recibió en 2010.

Preocupa que ahora en 2013, con el descenso de febrero pasado, de 11.1%, las remesas que envían al país los mexicanos que viven en el exterior acumulan ocho meses de descenso, informó el Banco de México (BANXICO).
Los últimos años de crisis, presentan una fórmula cuyo resultado es simple: menos remesas y menos hogares receptores, es igual a pobreza creciente.

Desde luego no hay que olvidar que una de las causas principales es la crisis, desaceleración y ajuste fiscal de los EEUU.

Otras causas se pueden fácilmente encontrar en las pérdidas, fracasos e ineficiencias de las políticas económicas y sociales mexicanas que alertadas, advertidas y avisadas de lo que iba a suceder, como ya es una tradición, hicieron poco o nada al respecto.

VERACRUZ PRESENTE

Los últimos datos del Banco de México, enero-diciembre, de 2011 a 2012 muestran que las remesas recibidas por la entidad pasaron de 1,273 millones a 1,176 millones de dólares.

Esto es disminuyeron, casi 97 millones, un 7.6%. Hecho que convirtió a Veracruz, en la segunda entidad que perdió más en términos absolutos; de hecho, los reportes trimestrales de 2012 consignaron disminuciones a lo largo del año.

Situación sólo superada por el Distrito Federal que disminuyó 12%, con poco mas de 138 millones, al pasar de 1,151 a 1,013 millones de dólares.

Habría que analizar con mayor cuidado el hecho de que, de 2007 al 2010, las remesas cayeron en Veracruz de 1,775 a 1,235 millones de dólares. Una diferencia, una pérdida de 535 millones de dólares.

Misma que se amplía a 2012, ya que sólo se recibieron 1,176 millones de dólares.
O sea período muy singular para Veracruz: con recesión (2008-09), empobrecido y endeudado.

En todo caso bajan remesas, crecen pobrezas.