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Sección: Estado de Veracruz

¿Por qué ganó el PRI en Hidalgo y Coahuila?

Eduardo de la Torre Jaramillo 23/10/2020

alcalorpolitico.com

Es importante realizar un análisis político sobre el triunfo del PRI en esas dos entidades federativas, en donde las variables a estudiar las dividiré en endógenas y exógenas; dentro de las primeras se encuentran las siguientes: a) en ambas entidades federativas no ha habido alternancia en las gubernaturas desde hace 91 años que nació el Partido Nacional Revolucionario (PNR); b) esas entidades federativas han sido gobernadas por una clase política que tiene más características de cacicazgos "eficientes"; c) las culturas políticas locales se han sustentado en el binomio gobierno-PRI; d) la debilidad estructural de las oposiciones locales; e) el porcentaje de votos que le dieron los priistas a Morena en 2018, ahora ante el incumplimiento de los acuerdos, simplemente realizaron un realineamiento hacia el PRI; f) la sociedad en esos estados sigue siendo tradicional y conservadora, en donde el rasgo más característico es que votaron según aquella frase: "más vale viejo por conocido, que nuevo por conocer”; g) las redes sociales se quebraron ante la real politik, porque la política sigue siendo territorial; h) los votantes reales cohabitan con la desafección democrática, la cual se refleja en la frase: "todos los partidos son lo mismo, pero preferimos votarle a los corruptos de siempre que no dañan al país” (este fue un tuit que marca a un nuevo votante).

Siguiendo con la interpretación anterior, dentro de los factores exógenos se encuentran: 1) que los programas sociales del gobierno federal no tienen ningún impacto en la sociedad más vulnerable, porque la operatividad e implementación es municipal, en su gran mayoría y; 2) Morena demostró que no es un partido político y menos un movimiento, sólo es un espectro en la vida pública mexicana (lo único que importa es la administración de los 8 mil millones de pesos de prerrogativas federales y locales que tendrán el próximo año desde la dirigencia nacional).

Por otra parte, el partido político que supuestamente salió más afectado con esos resultados electorales fue el PAN; veamos, en el caso de Hidalgo, en el cual su porcentaje histórico de votos ronda el 12%, cifra similar a la que obtuvieron; la diferencia está en Coahuila, en donde el desplazamiento del segundo al tercer lugar se focaliza en el presidente del CDE, quien es un burócrata del partido, timorato y, muy alejado de lo que fueron los "bárbaros del norte" y; por supuesto sus candidatos parecidos a él; allí si fue un descalabro electoral, provocado por un inexistente liderazgo partidista y gubernamental en el ámbito municipal, en el cual se encarta el fracaso político del alcalde de Torreón, quién en los dos distritos electorales locales que comprenden la capital perdió tres a uno, lo que evidencia el pésimo gobierno municipal.



Otro de los resultados electorales para el próximo año, es el achicamiento del subsistema de partidos políticos, puesto que muchos de los federales y locales existentes se quedarán sin registro y, únicamente sobrevivirán máximo cuatro entes partidistas: PAN, PRI, Morena y, aún no sé visualiza que partido podría quedarse como cuarta fuerza política en el escenario político nacional.

En cuanto a la influencia de los cacicazgos “eficientes”, por ejemplo, de acuerdo al Coneval, en el estado de Coahuila sólo tiene un 22% de población en pobreza y, en caso más paradigmático es Hidalgo, quien de 2008 a 2018, redujo la pobreza en un 11%, bajando del 55% al 44% (al compararlo con Veracruz, aquí se incrementó de la pobreza en un 10.6%, puesto que aumentó del 51.2% al 61.8%; es pertinente comentar que actualmente, con los efectos de la pandemia se puede ir a un 70% para el próximo año); para abundar sobre el éxito de los gobiernos estatales hidalguenses, se encuentra el apoyo a la inversión extranjera automotriz, inclusive, en la capital del estado, la convirtieron en una ciudad de las ideas, asociada a las nuevas tecnologías, esto apoyado por la universidad estatal y las privadas (imposible compararla con Xalapa, la cual, con este protoalcalde ya la convirtió en la “apenas veracruzana” y, quizá sea la capital más atrasada del país).

Los cacicazgos “eficientes” que hasta se dan el lujo de modernizar a sus estados. Aquí radica la diferencia entre los “neopopulistas” como Fidel Herrera Beltrán y los cacicazgos “eficientes”, éstos últimos tienen como propuesta gubernamental la reducción de la pobreza; a diferencia de los neopopulistas que piensan en los pobres como “siervos electorales”, quienes son capturados por los programas sociales. Ésta vieja fórmula, al menos no se les puede asociar a los priismos de Hidalgo y Coahuila.



Finalmente, hay que comentar que desde el comienzo de este siglo XXI, el PRI tuvo un triunfo cultural sobre las oposiciones, ya que son un modelo a seguir en: corrupción, patrimonialismo, nepotismo, violencia política, antidemocracia, autoritarismo y, daño al Estado de Derecho, inclusive, en algunos casos los alumnos superaron al maestro de la política mexicana; por eso, el PRI es el cemento de la sociedad mexicana, no por genética, sino porque es la única cultura política que se tuvo desde el siglo XX hasta nuestros días.
22 de octubre de 2020