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Sección: Vía Correo Electrónico

Académico pregunta dónde estaban hace 4 años quienes ahora protestan contra Martín

- El Rector “sabe que en la contienda estará Jaqueline Jongitud, quien le arrebatará la Rectoría”

-“Degradación ha alcanzado incluso a las más autónomas. Carecemos de líderes y de valentía para enfrentar al sistema”

- Señalar sin que nos tiemble la mano, y expresar, sin que nos tiemble la voz, que la Universidad se respeta, se cuida y se protege

07/06/2025

alcalorpolitico.com

Catarsis universitaria, ¿por qué hasta ahora?

Remontémonos al 1° de septiembre de 2021, cuando el Dr. Martín Aguilar fue designado como rector de la Universidad Veracruzana. Entre aplausos, recibía una universidad encaminada, con proyecto y rumbo definido. En ese momento, nadie objetó nada, aunque a voces se sabía que Martín era el candidato de un grupo afín a pilares morenistas. Aun así, nadie dijo nada.

Con el paso de los meses, se realizaron dos designaciones clave: la Secretaría Académica y la Secretaría de Desarrollo Institucional quedaron en manos de dos exintegrantes de la Junta de Gobierno. En ese momento, Martín y su equipo –tanto interno como externo– demostraron fuerza, control y capacidad para copar los engranajes universitarios.



Nuevamente, nadie objetó nada. Extrañé entonces que algunos consejeros universitarios –quienes en su momento también fueron candidatos a la Rectoría– tuvieran la valentía de alzar la voz, de cuestionar esa “ocurrencia” o pago de favores, y pusieran en tela de juicio que estas exintegrantes de la Junta asumieran cargos administrativos. ¿Dónde estaban los Manzo, los Vela, los Casarín, los Brizio? ¿Dónde estaban para defender a la Universidad en su momento? Simplemente aplaudieron y callaron.

Cuatro años después, cuando ciertos personajes ven amenazadas sus posibilidades de contender por la Rectoría de la UV, es entonces –ante esa amenaza latente– cuando deciden agitar a la comunidad universitaria y levantar una voz (tímida e insegura) para señalar las acciones del rector. Me permito cuestionar a Vela y a Manzo: ¿por qué hasta ahora? Si su compromiso con la Universidad se supone es permanente, ¿por qué solo levantan la voz cuando se ven fuera de la contienda?

Este comportamiento me preocupa, porque revela una falta de visión y estrategia frente a lo que realmente ocurre en la Rectoría.



No defiendo a Martín ni a su rectorado gris, pero comprendo su postura. Con el beneplácito de la transformación inició este año su “precampaña” en todos los campus y medios, lo cual –aunque cuestionable– es un acto válido. Lo que la Universidad no calculó fue la ambición del grupo de poder. Poco se dice, por ejemplo, que la futura tesorera del Ayuntamiento de Xalapa, I. C., había pactado contender por la Rectoría. Pensemos, ¿no fue por eso que se postergó el proceso?

Martín, en su derecho, clama la oportunidad de reelegirse. Sabe que en la contienda estará Jaqueline Jongitud, quien le arrebatará la Rectoría, pues ha movido las piezas clave y forjado su camino para el próximo proceso.

Este intento de Martín es una patada de ahogado para permanecer en el cargo. En caso de contienda, ya tenemos nombre de sucesora. Y en ese escenario, quienes hoy agitan las aguas no tienen posibilidad de triunfo.



La estrategia es vital para alcanzar cualquier objetivo. Por eso insisto: no entiendo por qué los Manzo, los Vela y demás aspirantes levantaron la voz ahora y no hace 4 años, cuando debieron hacerlo. Sólo actuaron cuando vieron que les arrebataban la posibilidad de seguir.

La Universidad queda en manos de la decisión de la Junta de Gobierno, no de Martín. Él únicamente reclama su derecho y soporta críticas que, con el tiempo, serán olvidadas.

¿Qué sucederá en la Universidad Veracruzana? Pronto lo sabremos. Pero hoy podemos constatar, una vez más, que la degradación institucional ha alcanzado incluso a las más autónomas. Ya ninguna se salva. Carecemos de líderes y de valentía para enfrentar al sistema.



Como universitario, no espero marchas ni grupos de WhatsApp debatiendo el tema. Espero que tengamos el valor de ponernos de frente, de señalar sin que nos tiemble la mano, y de expresar –sin que nos tiemble la voz– que la Universidad se respeta, se cuida y se protege.

Dr. Ángel Fernández