Advierten venta de lotes de dunas para fraccionamiento, en Alto Lucero

Habitantes de la región costera de los municipios de Alto Lucero y Nautla, así como de las comunidades de Palma Sola y Santana, ven con preocupación la venta de lotes de un pretendido fraccionamiento campestre denominado Desarrollo ''Barra San Agustín'', que se edificaría en una gran extensión de dunas costeras.

Esos terrenos de dunas, propiedad de varias familias de la región, se ubican a la orilla del mar, entre la comunidad de Santana, el puente y la laguna de lo que se conoce como ''Barra de San Agustín'', del municipio de Alto Lucero, Veracruz.

Los terrenos que se ofertan, explicaron para Al Calor Político, pues forman parte de un predio de 15 hectáreas, donde se pretende construir un fraccionamiento campestre del que los promotores ya muestran planos e incluso, ofertan a través de anuncios en la internet, ofreciendo terrenos de 20 por 50 metros, esto es, mil metros cuadrados, que se escrituran de inmediato.



Quienes se han interesado en estos predios, temen que los propietarios y promotores del fraccionamiento campestre de la barra de San Agustín, no cuenten con los permisos ambientales necesarios para edificar en terrenos costeros de dunas.

La preocupación de ambientalistas es también porque desde la orilla de la carretera se observa como han sacado arena de las dunas.

Las dunas costeras son acumulaciones o montículos de arena, cuyas partículas están sujetas a la dinámica de los vientos, oleaje y escurrimientos de agua, por lo que adquieren diversas formas y tamaños (SEMARNAT, 2013; Martínez et al).



De acuerdo con un documento de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), organismo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) del Gobierno Federal, (http://bit.ly/2tpxvCs) las dunas y los manglares son ecosistemas donde habita una gran diversidad de especies de plantas y animales. Estos sitios benefician a las comunidades humanas, con importantes servicios ambientales, como la protección de la costa ante la erosión provocada por el oleaje y viento; funcionan como barreras naturales contra tormentas, huracanes y tsunamis. También ayudan en la recarga de acuíferos y son filtros que amortiguan la intrusión salina y purifican el agua.

Las dunas aportan materia orgánica que nutre a comunidades de fauna acuática y abastecen materiales como madera, fibras, minerales e incluso productos farmacéuticos. Además son ecosistemas de enorme valor estético y cultural.

En México, las dunas costeras cubren más de 800 mil hectáreas (Martínez et al., en prensa), mientras que se estima que hay 764 mil 485 hectáreas de manglares (Rodríguez-Zúñiga, et al. 2013). Ambos ecosistemas se consideran prioritarios para el país.