Altos salarios y estímulos en mandos medios de la SEV, fuera de la austeridad

El Programa de Austeridad implantado por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, desde el inicio de su administración es letra muerta en la Secretaría de Educación, toda vez que el ejercicio del gasto es a discrecionalidad de quienes tienen la responsabilidad de su manejo, al autorizarse salarios a personal allegado a los mandos superiores por arriba de lo establecido en el tabulador aprobado por el Congreso del Estado.

Para muestra, las altas percepciones pagadas a escasos días de haber asumido sus funciones los nuevos funcionarios, sobre todo de rango administrativo medio, cuyas funciones no son precisamente prioritarias, que rayan entre los 74 mil pesos y más de 34 mil pesos, para un simple auxiliar, cuando un profesor de tiempo completo no alcanza ni los 25 mil pesos mensuales.

Según copias de pólizas de cheques que de manera anónima hicieron llegar a este periódico en línea, exhiben esta situación, que de persistir en la actualidad, dan al traste los buenos oficios del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien ha instrumentado acciones para ahorrar recursos y destinarlos para áreas prioritarias de su administración, como es el combate a la pobreza y a la inseguridad.

Un caso concreto: lo percibido por una auxiliar de nombre Karla de Jesús, que como auxiliar de la Oficialía Mayor gana más que un subdirector de cualquier dependencia estatal, ya que tan sólo en 22 días se le entregó un cheque por un monto de 50 mil pesos bajo el concepto de estímulo destacado al desempeño 2010.

Esta cantidad, no la obtiene un trabajador que ha dado toda su vida en la Secretaría, situación que pone en entredicho la tan cacareada austeridad, racionalidad y disciplina del gasto, que los funcionarios de la propia SEV hacen suya cuando se les demanda la atención a las necesidades que enfrentan los empleados.

Desde el inicio del año, poca atención se le ha dado a la adquisición de los insumos, como es el caso de papelería, consumibles, equipo de cómputo (que en su gran mayoría ya resultan obsoletos para los programas que se quieren implementar) y la dignificación de los espacios, al encontrarse los trabajadores de varias áreas en completo hacinamiento.

Lo grave del caso es que los recursos etiquetados para diferentes programas académicos, dirigidos a los docentes se encuentran varados, bajo el argumento de que no hay recursos económicos, de la noche a la mañana se han tenido que suspender, originado con ello serios problemas en las jefaturas de Sector e inspecciones, que han tenido que laborar horas extraordinarias para hacer extensiva la indicación de que se pospone el evento para otra fecha.

¿Y así se quiere abatir el rezago educativo imperante en la entidad, cuando no se dan las herramientas necesarias a los docentes, que tienen que hacer maravillas con su raquítico salario para que sus alumnos medio aprendan a leer y escribir? Se preguntan

Y no decir de las pésimas condiciones psicopedagógicas en que operan las escuelas, sobre todo las ubicadas en zonas rurales marginadas, pero eso al parecer no les preocupa a los funcionarios del área administrativa, lo único que les interesa es seguir medrando el presupuesto de la SEV, en donde se ejercen casi las dos terceras partes de lo que ejerce el gobierno estatal en su conjunto.