Amagan funcionarios de Oportunidades con detener trámites si se quejan de mal servicio

Sentadas en el suelo, durmiéndose por el calor y sin desayunar, mujeres de avanzada edad esperaron más de 6 horas para ser atendidas por servidores públicos del programa Oportunidades y hacer trámites de baja y otros asuntos relacionados.

Clemencia León Ortega, de San Agustín El Palmar, explicó que a los funcionarios no les importa que estén sentadas, paradas o sin comer, puesto que tienen que esperar su “turno” para pasar a realizar su trámite.

Hermelinda Vega Lache y otra mujer, quien pidió quedar en el anonimato por temor a represalias, dijeron que las encargadas del programa en las comunidades, las tienen “amordazadas” para no hablar nada.



El hecho fue corroborado por el reportero cuando trató de hablar con los empleados que atendían a las mujeres en el interior de un espacio encerrado, sin ventiladores y mucho menos clima, pues al preguntarles por qué tenían a la gente en esas condiciones infrahumanas, uno de ellos preguntó “¿a quién le pediste permiso para entrar y tomar la foto?”

De inmediato, estos funcionarios, bien entrenados, le dijeron a la gente y las encargadas del programa en las comunidades que se suspendía el trabajo porque había una persona extraña que nada tenía que hacer al interior y que estaba obstaculizando sus trámites.

Ante eso, las mujeres que estaban dentro, enardecidas, se fueron sobre el reportero y lo empujaron, al tiempo que le dijeron que se saliera y en un momento una de ellas pidió que quitaran la cámara fotográfica y que se fuera porque les estaba quitando el tiempo.



Esa es la táctica que tienen estos funcionarios para tener el control de estas mujeres, que con tal de estar bien con estos empleados federales, hacen lo que les dicen y están en las peores condiciones para atenderlos, en el suelo, bajo un clima que supera los 35 grados centígrados.

Afuera, otro grupo de mujeres manifestaron que ojalá el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, y el secretario de este Programa tome cartas en el asunto, porque “una cosa dicen ellos y otra es la que hacen sus subordinados”.